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Un costo oculto pega en los créditos y suma hasta un 50% de la tasa de interés (06/10/2025)
Un costo oculto pega en los créditos y suma hasta un 50% de la tasa de interés

Las cargas tributarias que aplican municipios de todo el país implican una alícuota adicional en promedio sobre los ingresos del sector bancario de 5,9%, que encarecen los créditos hasta en un 50% del costo de la tasa de interés.

Así surge de un estudio del IERAL de la Fundación Mediterránea que evaluó el impacto de las Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene (TISH), que cobran los municipios, y se suman a Ingresos Brutos (IIBB) y Sellos a nivel provinciales y al IVA a nivel nacional para formar parte de los costos que tienen que pagar los ahorristas y que se refleja en el Costo Financiero Total (CFT).

"Se trata de la carga fiscal más elevada que puedan aplicar los municipios sobre una actividad productiva, es poco visible para el público pero castiga fuertemente el costo del crédito", explicó Osvaldo Giordano, titular del IERAL.

"Para un contexto tributario que permita la expansión del crédito, hay que considerar urgente e imprescindible revisar la manera en que los municipios gravan la actividad financiera", se afirma en el estudio.

Se busca, sostienen, llegar a un "esquema más simple y homogéneo entre municipios y que el monto de la tasa encuadre dentro de los límites legales que imponen que tiene que ser una contraprestación de un servicio".

Para los bancos, un esquema de este tipo "corregiría la asimetría que se genera entre quienes tienen operan con sede física y soportan todo el peso de la carga tributaria que genera el municipio y quienes operan de manera digital que al no tener sede física eluden totalmente este tributo".

Por ejemplo, el trabajo toma un crédito hipotético con una tasa de interés activa sin impuestos del 35% anual (tributos de 2024), el impacto de las tasas municipales y otros gravámenes locales se vuelve dramático.

-En un crédito para empresas, con el supuesto de que el IVA sobre los intereses se toma como crédito fiscal, el CFT se encarece por el efecto del IIBB, Sellos y la TISH entre 7,5 y 7,6 puntos porcentuales adicionales, lo que representa un incremento de entre 21% y 22% en la tasa activa.

Según el estudio, provincias con alta carga municipal, como Buenos Aires (tomando el caso de la carga de La Matanza) y Córdoba (Capital), los tributos municipales generan alrededor del 42% al 43% del peso total de los impuestos que gravan directamente el crédito productivo.

Sin crédito fiscal (se le carga 21% de IVA), el impacto total de los impuestos (incluido el municipal) es mucho mayor.

-En un Crédito Personal (con IVA), es decir, que el tomador del préstamo no cuenta con crédito fiscal (se le carga 21% de IVA), el impacto total de los impuestos (incluido el municipal) es mucho mayor.

En Córdoba Capital y La Matanza, el CFT aumenta hasta 16,5 puntos adicionales, un aumento porcentual del 47%.

En promedio, para un préstamo personal, la carga tributaria total (Nación, Provincia y Municipio) eleva el CFT en 15,7 puntos, o un 44,8% respecto a la tasa sin impuestos.

Para el crédito personal, en municipios como La Matanza y Córdoba Capital, los tributos municipales representan aproximadamente el 20% de la carga tributaria total que recae sobre el CFT.

Señala el IERAL que, los bancos no pueden discriminar sus tasas de interés y CFT en cada jurisdicción según el peso de los tributos locales que cada uno legisla, sino que aplican un adicional que refleja el impacto promedio nacional del tributo.


La dispersión de las cargas

Los investigadores señalan que la característica de estos tributos es que los municipios no generan una contrapartida de servicios significativa para los bancos por la carga impositiva que aplican. Y, a la vez, no son homogéneos en el territorio del país.

Para calcularlas, además, los municipios utilizan diversas metodologías o bases de cálculo (el "haber," el "spread," o montos fijos) que, afirman en la Mediterránea, hacen difícil la comparación. No obstante -señalan-, la alícuota efectiva (monto pagado sobre IIBB) permite dimensionar la carga.

El promedio de las cargas efectivas en las 51 localidad se situó en 5,9%, pero el podio de las mayores tasas le correspondió a Córdoba Capital, 7,8%; Villa Constitución (Santa Fe), 7,7%; La Matanza (Buenos Aires), 7,6%; y La Plata (Buenos Aires), 7,5 por ciento.

En estas ciudades grandes, la tasa efectiva es sustancialmente más alta debido a que en muchos casos la alícuota legal para el sector financiero resulta ser entre 8,8 y 11,2 veces mayor que la aplicada a otros sectores de la economía, señalaron en el IERAL.
En Córdoba, en la localidad de Villa María, hay un banco que sólo tiene una locación en un puesto de un centro comercial. En tal caracter, tiene una TISH particular, que no se repite en ningún caso en la provincia ni a nivel nacional, y es una de las más caras del país.

Por contraste, los municipios con las menores alícuotas efectivas reúne a ciudades donde la tasa representa menos del 1% de los ingresos de la entidad financiera.

Se trata de Tres de Febrero (Buenos Aires), menos del 1%; Mendoza Capital (Mendoza), menos de 1%, con una alícuota efectiva de 0,25%, en parte porque el tributo se define por montos fijos y no por alícuotas sobre ventas.

En ese mismo rango se encuentran ciudades de diferente tamaño de Chubut, Corrientes, Río Negro, y Santa Fe, señala el informe.

Para IERAL, la TISH opera como un impuesto encubierto sin la debida contraprestación de servicio como operativas y financieras, además de presentar criterios y reglas diferentes en los más de 1300 municipios del país lo cual genera un escenario anárquico y eleva exponencialmente los costos administrativos y la inseguridad jurídica para las entidades bancarias.


Complejidad

Según la Mediterránea, una parte del problema es la complejidad de las bases imponibles.

Los municipios establecen metodologías muy distintas para determinar el monto a tributar. Estas reglas son a menudo "ambiguas, oscuras y arbitrarias". El sector financiero sufre particularmente esta proliferación de criterios, señalan en el IERAL.

Por ejemplo, hay casos de cálculo sobre el "haber" (IIBB), también sobre el "spread" (diferencia entre intereses acreedores y deudores); consideración de los ingresos por títulos públicos dentro o fuera de la base imponible; xálculo basado en la superficie del inmueble o la cantidad de empleados; establecimiento de cuota fija o importes mínimos.
Para los bancos, un esquema de este tipo "corregiría la asimetría que se genera entre quienes tienen operan con sede física y soportan todo el peso de la carga tributaria que genera el municipio y quienes operan de manera digital que al no tener sede física eluden totalmente este tributo"

Por el absurdo, demuestran que en Córdoba, en la localidad de Villa María, hay un banco que sólo tiene una locación en un puesto de un centro comercial. En tal caracter, tiene una TISH particular, que no se repite en ningún caso en la provincia ni a nivel nacional, y es una de las más caras del país.


Perjuicios al crédito

De acuerdo con el estudio, el promedio ponderado de la alícuota efectiva de las tasas municipales sobre el sector bancario de 5,9% es una carga muy elevada si se compara con el resto de las actividades económicas, que raramente superan el uno por ciento.

De ese modo, la presión tributaria sobre la intermediación financiera es sustancialmente más alta que la que se aplica al resto de los sectores de la economía. Por ejemplo, en algunos municipios, la alícuota legal para la actividad financiera es entre 8,8 y 11,2 veces mayor que la observada para el promedio de otras actividades.

Entre otras consecuencias, se produce un subsidio de baja a alta Carga, ya que los tomadores de préstamos de los municipios y provincias que aplican tributos bajos subsidian a los tomadores de préstamos de jurisdicciones con tributos altos.

Finalmente, plantea el IERAL la invisibilidad del Costo Político. Sostienen que este sistema permite a los gobernantes locales "exportar impuestos" a otras jurisdicciones.

La imposibilidad de discriminar estos tributos en las tasas ha generado el contexto ideal para un aumento persistente en la carga tributaria provincial y municipal sin que haya un costo político local de subir dicha carga.

 

Fuente: El Cronista