Luego del anuncio oficial del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el levantamiento parcial del cepo cambiario tras seis años de vigencia, el sector PYME argentino ingresa en una nueva etapa que plantea tanto oportunidades como desafíos. En un contexto de alta expectativa, la pregunta que se impone es: ¿cómo impactarán estas medidas en las pequeñas y medianas empresas?
Según explicó en el programa Sin Verso, de Ciudadano.News, la tributarista Elisabet Piacentini, presidenta de la Comisión Pyme del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CPCECABA), "estas medidas son históricas", y señaló que salir del cepo no es un paso menor: "Había mucha incertidumbre, temor en el ámbito emprendedor y entre ciudadanos comunes. Pero el primer día se transitó con una sensación de alivio y esperanza".
Beneficios para exportadores e importadores
Entre los efectos más concretos del nuevo esquema económico, Piacentini destacó los beneficios para PYMES exportadoras, quienes ahora podrán ingresar divisas con un 10% a 15% más de valor respecto del antiguo dólar oficial. "Era muy difícil exportar con valores tan bajos. Este cambio les permitirá a las empresas recibir ingresos reales, más acordes al mercado", explicó.
Por otro lado, las PYMES importadoras también verán mejoras en sus operaciones. Ahora podrán pagar sus compras, apenas la mercadería sea embarcada, algo que no ocurría desde hace tiempo. "Esto representa un alivio en el comercio exterior, ya que facilita las relaciones con los proveedores y otorga previsibilidad al circuito productivo", añadió la especialista.
Sin sobresaltos ni especulación de precios
En relación con la volatilidad esperada en los precios tras el levantamiento del cepo, Piacentini resaltó una conducta responsable por parte del sector empresarial. "Se honraron todos los compromisos. Empresas que habían presupuestado compras o servicios antes del anuncio, los mantuvieron sin modificar los valores. No hubo especulación y los precios no se movieron", aseguró.
Además, explicó que muchas empresas ya trabajaban con un dólar de referencia cercano a los $1.300, muy por encima del dólar oficial anterior. Esto significa que, pese a la suba del dólar oficial, no habría margen real para incrementos de precios y, en algunos casos, incluso podrían ajustarse a la baja. "No hay espacio para especular, porque la demanda está restringida. Hoy hay que jugar con un buen precio y un buen servicio".
Competitividad, carga impositiva y mercados regionales
Respecto a los precios en el mercado local, Piacentini fue contundente: "No se trata solo de la carga impositiva del 35%. Hay productos que en países vecinos están entre un 50% y un 70% más baratos. Eso nos obliga a revisar los márgenes empresariales y la eficiencia operativa".
Además, remarcó la necesidad de avanzar en una segunda etapa de reformas que aborde la compleja estructura tributaria argentina: "Tenemos más de 150 impuestos. Una vez que la macroeconomía se estabilice, habrá que resolver esta maraña impositiva que nos deja fuera de competencia".
Para Piacentini, el 2025 será un año bisagra: "No se trata de resistir, sino de tomar decisiones ágiles, sumar tecnología, cuidar al consumidor y asumir que los precios deben servirle tanto a la empresa como a la familia argentina".
Fuente: CiudadanoNews