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Por la pandemia, más de la mitad de las empresas argentinas se digitalizaron (28/10/2021)
Por la pandemia, más de la mitad de las empresas argentinas se digitalizaron

La Fundación Observatorio Pyme (FOP) destacó en su último informe que más de la mitad de las empresas argentinas enfrentaron la pandemia mediante un mayor uso de herramientas digitales: 41% incrementó el uso y 15% las comenzó a utilizar.  

“Las empresas que incrementaron el uso de herramientas digitales, o comenzaron a implementarlas, como respuesta a la pandemia, son también las que mostraron mejor desempeño”, dijo el reporte. 

Desde una perspectiva sectorial, las empresas de comercio fueron las más activas en la intensificación del uso para enfrentar la pandemia, ya que el 61% de las mismas empezó a utilizar o incrementó la utilización de la digitalización. A estas les siguieron las de servicios (53%) y la industria (46%). En tanto, antes de la pandemia, las firmas de servicios presentaban un uso más difundido que el resto (36%). 

Los datos surgieron de un relevamiento internacional llamado “Covid-19 Pulso Empresarial” que realiza el Banco Mundial sobre el impacto socioeconómico de la pandemia en las empresas. Del estudio participaron, además de Argentina, 75 países de todo el mundo. En nuestro país, fueron relevadas más de 1.000 empresas de todos los tamaños y sectores manufactureros, comerciales y de servicios. 

Los resultados definitivos estarán disponibles a partir de noviembre, pero FOP anticipó algunos datos preliminares. En especial se anticipan algunos de los resultados de la investigación sobre la digitalización como instrumento para enfrentar la pandemia: su difusión, contribución al desempeño, dificultades y desafíos.  

A mayor tamaño, mayor difusión 

En cuanto al análisis por tipo de organización, FOP destacó que, para enfrentar la pandemia, el uso de estas tecnologías se asoció positivamente con el tamaño: “A mayor tamaño, mayor difusión e intensidad de la utilización de herramientas digitales”. 

Para este ítem, se hizo la siguiente pregunta: “¿La empresa ha incrementado o iniciado el uso de internet, plataformas sociales, apps especializadas o plataformas digitales?”. De las grandes empresas el 12% contestó que empezó, el 60% lo ha incrementado, el 9% mantuvo el uso constante y el 20% no utiliza herramientas digitales.  

Por su parte, las firmas medianas respondieron que el 9% comenzó a utilizar la digitalización, el 55% aumentó su utilización, el 25% se mantuvo constante y el 12% no las usa.  

En el caso de las pequeñas compañías, el 8% empezó a digitalizarse con la pandemia, el 49% incrementó la utilización, 28% la mantuvo estable y el 14% directamente no utiliza herramientas digitales. Por último, las respuestas de las microempresas fueron 18%, 36%, 22% y 24%, respectivamente. 

Digitalizacion de empresas durante la pandemia según su tamaño.

Beneficios 

A su vez, el trabajo señaló que la mayor difusión de estas tecnologías en Argentina estuvo en línea con el resto de los países situándose en el promedio internacional. En cambio, la previsión de nuevas inversiones en herramientas digitales para la pospandemia se posicionó entre las más bajas de los países relevados por el Banco Mundial.

En ese sentido, FOP precisó que la muy baja previsión sobre las inversiones futuras en digitalización enciende una “luz de alarma”, porque otro resultado destacable de la investigación mostró que las empresas que aumentaron el uso de herramientas digitales, o comenzaron a implementarlas, como respuesta a la pandemia, son también las que tuvieron un mejor desempeño con respecto a aquéllas que no lo hicieron. “Esto quiere decir que tuvieron una mejor evolución de las ventas durante 2020 y el primer semestre de 2021”, agregó la fundación. 

Las herramientas digitales permitieron, a quienes las adoptaron y/o intensificaron su utilización, sobrellevar mejor su actividad bajo la pandemia de Covid-19, según afirmaron. Desde esta perspectiva, el trabajo concluyó que una baja previsión de futuras inversiones en tecnologías digitales pronostica un débil desempeño futuro de las empresas.  

“La investigación muestra que las futuras inversiones en digitalización se relacionan positivamente con las actuales buenas prácticas de gestión y que las buenas prácticas de gestión se relacionan positivamente con el buen desempeño. Esta es una cadena de correlaciones muy conocida que la investigación también la confirma”, dice FOP. 

Las dificultades 

Según apuntó el estudio, la situación sobre el futuro de la digitalización de las empresas argentinas es compleja debido a que casi la mitad de los empresarios (45%) mantienen una posición muy conservadora expresada en la no necesidad de aumentar su nivel actual de digitalización.  

Es decir, prácticamente la mitad de las empresas considera que su actual nivel de digitalización es suficiente para mantener su situación competitiva en el mercado. “En este grupo no hay percepción de una amenaza latente de ser desplazados del mercado por competidores más digitalizados”, dijo FOP. 

Además, el 17% consideró que el costo de una mayor digitalización supera los beneficios esperados o que los beneficios son “inciertos”. Por último, un grupo que representa el 21% del total, indicó la dificultad de acceso a financiamiento y la falta de información, conocimiento técnico y recursos humanos capacitados como los principales obstáculos para la actualización digital.

Asimismo, la situación no fue muy diferente entre los sectores, pero se destacó que en la industria se mantuvo una posición menos conservadora que en los servicios (41% vs. 51%) y que la necesidad de financiamiento para la digitalización es un poco más frecuente en la industria que en los servicios y el comercio (23% vs. 15% y 10%, respectivamente). 

Finalmente, FOP explicó que para cambiar la percepción de alta incertidumbre y modificar las conductas conservadoras, “será necesaria una política pública muy innovadora, no basada exclusivamente en los instrumentos tradicionales como el financiamiento o la asistencia técnica e informativa”.  

Más voces 

Según el primer informe “Deep Digital Journey” de LLYC, publicado días atrás, se consultó a más de 200 ejecutivos de marketing y comunicación de grandes compañías pertenecientes a 16 sectores y 12 países de Europa y América. 

El documento trata de descubrir en qué etapa se encuentran las empresas dentro del viaje que supone la transformación digital, que va más allá de la digitalización ya que implica un cambio cultural. Para ello, se establecen cuatro fases, desde la actividad mínima de la marca en el entorno digital hasta la evolución máxima que una compañía puede alcanzar en la automatización de sus procesos.

Aunque el 41% de los encuestados se percibe avanzado o experto, el informe arroja otras conclusiones. 

  • El 34% de las empresas desarrolla prácticas propias del estado más inicial de la transformación digital (Digital Being). 
  • El 22,2% se ubica en el segundo nivel (Digital Optimization), afinando herramientas y procesos digitales. 
  • El 33% considera que está en un estado avanzado (Digital Data Driven), en el que se adaptan al entorno digital las actividades de sus diferentes áreas de negocio, así como procesos o plataformas. 
  • El 10,8% alcanza el grado más alto (Deep Digital) y opera ya con una visión de planificación y ejecución completamente digital. 

Es decir, la mayoría de las compañías no ha llegado todavía a la mitad de su proceso de transformación digital. Por sectores hay grandes diferencias. Turismo y ocio (aerolíneas, plataformas de viaje o empresas de entretenimiento) es el mejor ubicado. Un 30% de las empresas encuestadas de ese segmento está en la fase más alta. Le siguen tecnología y telecomunicaciones y consultoría y servicios legales, con casi 20%. En cambio, el sector público aparece como el más retrasado, con 70% de las compañías en el estado más inicial de la transformación digital. 

Adolfo Corujo, Chief Strategy and Innovation Officer de LLYC, señaló: “La verdadera transformación digital que implica el Deep Digital Journey está ligada a procesos complejos de transformación cultural y no solo a avances tecnológicos o a la digitalización de ciertas prácticas. Las empresas están haciendo un enorme esfuerzo para evolucionar y adaptarse a la disrupción digital, pero en el camino se encuentran con resistencias lógicas de un cambio que es más profundo y radical de lo que parece”. 

Fuente: El Economista