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Novedades Económicas diciembre 2025: ¿Desacelerar la integración al mundo o acelerar las reformas? (02/12/2025)
Novedades Económicas diciembre 2025: ¿Desacelerar la integración al mundo o acelerar las reformas?

Luego de décadas de extremo aislamiento la Argentina empieza a dar los primeros pasos hacia la integración con el mundo. Paradójicamente este proceso se da en un contexto de alta incertidumbre y volatilidad. Desde la asunción de Trump a la presidencia de EE. UU. prevalece una inédita subordinación de la política comercial externa a la geopolítica. El resultado es alta inestabilidad y discrecionalidad. Esto no justifica aletargar el proceso de integración al mundo, pero aumenta aún más la pertinencia de tomar recaudos para facilitar la adaptación de la producción interna a condiciones más exigentes en materia de competitividad.

Partiendo de que la Argentina es una economía muy cerrada desde hace mucho tiempo, la integración al mundo genera muchas y variadas oportunidades y amenazas. Para potenciar las primeras y morigerar las segundas tiene una alta incidencia el entorno bajo el cual opera la producción nacional. En este punto hay que tener en cuenta que, al amparo del intenso aislamiento y los crónicos desórdenes macroeconómicos, se fueron acumulando decisiones que llevaron a conformar un entorno que conspira contra la productividad. Son décadas de acumular distorsiones, tolerables en una economía cerrada e inflacionaria, pero muy disfuncionales en un contexto de integración al resto del mundo.

Una particularidad es que, en general, quienes más sufren la incidencia del entorno adverso son los sectores con mayor generación de valor agregado y capacidad de creación de empleos. Por ejemplo, en los productos más sofisticados y con varios eslabones en su proceso de elaboración, más incidencia negativa tienen los malos impuestos. Cuanto más intensivo en mano de obra es un producto, mayor es el impacto de malas instituciones laborales.

La integración al mundo es imprescindible para salir de la decadencia. Pero su impacto sobre la producción, el mercado de trabajo y la situación social depende del cuidado que se le dé al ritmo, la integralidad y consistencia del proceso de adaptación del entorno en el que opera la producción nacional. Mientras mejor calibrado sea el proceso de transformación del entorno que condiciona la producción nacional, más fácil y con menos traumas será la transición hacia una economía más abierta. Particularmente importante es eliminar distorsiones que le quitan competitividad a los sectores que más valor agregado y empleo generan. Cuidar estos aspectos es muy relevante en un contexto social condicionado por una profunda degradación del mercado de trabajo.

Doble desafío

Los resultados de las elecciones expresan que una parte importante de la población avala el equilibrio fiscal y apoya las reformas estructurales. Desde el punto de vista político es una oportunidad inédita. Se dan las condiciones propicias para que la integración al mundo se sincronice con la adaptación del entorno bajo el que opera la producción nacional. Aun considerando esta ventaja el camino está plagado de desafíos.

Desde el gobierno se puso en agenda una secuencia para abordar las tres principales reformas. En ese sendero aparece primero la reforma laboral con el compromiso de abordarla en el Congreso una vez que se apruebe el presupuesto 2025. Si bien todavía no se difundió un proyecto oficial, la circulación de un borrador -compuesto por más de 100 artículos- explicitó las dificultades para definir una ley que cumpla con los objetivos buscados. A esto se suma el hecho, muchas veces pasado por alto, de que el éxito depende de que las reformas sean aceptadas en las justicias laborales provinciales. Caso contrario todo el esfuerzo legislativo queda anulado. Esto no es análisis teórico sino algo que está pasando en la actualidad en el sistema de riesgos del trabajo. Las demoras de las justicias provinciales en instrumentar el cuerpo de peritos médicos para la evaluación de las incapacidades previsto en una ley del año 2017 motoriza una enorme litigiosidad que ha puesto nuevamente el sistema de seguros de riesgos laborales al borde de la crisis.

No menos complejo es el diseño de la reforma tributaria. En este componente también el escollo más desafiante es la articulación con las provincias. La estrategia de que cada nivel de gobierno baje gradualmente las alícuotas de los impuestos más distorsivos en la medida en que logra bajar el gasto público es de muy baja efectividad. La única manera de resolver el complejo entramado tributario, en el que los tres niveles de gobierno superponen impuestos, es con un replanteo general que los unifique. Para ello, se necesitan planteos más disruptivos que los convencionales, incluyendo revisar el régimen de coparticipación federal.

En el cronograma que planteó el gobierno aparece postergada la reforma previsional. Esto colisiona con otros objetivos, particularmente con el de darle sostenibilidad al equilibrio fiscal. Casi la mitad del gasto público nacional y el 20% del provincial son erogaciones previsionales que, sin reformas, tienden a aumentar inercialmente. Por eso, demorar el ordenamiento del sistema previsional reduce significativamente los grados de libertad en la administración de las finanzas públicas. Lo prueba las inercias, tanto en materia de impuestos como de gastos, que prevalecen en el proyecto de presupuesto nacional para 2026. Fenómenos parecidos e incluso más intensos se dan en las provincias. En la medida en que el gasto previsional presiona por más recursos las posibilidades de dar cabida a otros objetivos, como por ejemplo bajar la presión tributaria o invertir en infraestructura, es muy limitada.

Si bien no forma parte del cronograma que plantea el gobierno, terminar la transición hacia un nuevo régimen monetario y cambiario también forma parte de las transformaciones que van a mejorar el entorno bajo el cual opera la producción nacional. Una convivencia más ordenada entre el peso y el dólar dará la previsibilidad que demanda el desenvolvimiento de la producción nacional. Bajar los niveles de incertidumbre a través de una correcta institucionalización del bimonetarismo también es una manera de facilitarle a la producción nacional su adaptación al contexto más exigente que emerge la integración al mundo.

La cantidad y complejidad de las reformas pendientes abruma. Pero es mejor alternativa acelerar el proceso que demorar la integración al mundo. Acertar en los diagnósticos y el diseño de las estrategias es fundamental. Un punto crítico es no subestimar el rol de las provincias, ya que en la mayoría de las reformas el éxito depende de su acompañamiento. La excepción es la reconfiguración del régimen monetario que depende exclusivamente de la Nación, razón adicional para avanzar más rápido en su instrumentación.

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