Obtener financiamiento para proyectos que prioricen un impacto ambiental positivo o busquen mitigar los efectos negativos, no es tarea fácil en la Argentina, ni en otros países. Y esta dificultad cobra aún mayor relevancia dado el comienzo de la COP26, la cual se llevará a cabo en Glasgow, Escocia, entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre.
¿Por qué? Porque los cuatro ejes principales de la Conferencia de las Partes incluyen asegurar el cero neto de emisiones para 2050 y mantener el objetivo de 1,5 grados, también se prevé hacer una adaptación para proteger a las comunidades y los hábitats naturales, como así también sobre la movilización financiera y trabajar en conjunto para lograr los objetivos.
Horacio Duaygues, Gerente de Banca PyME de HSBC Argentina, explica que "el banco asumió un fuerte compromiso con el desarrollo de herramientas financieras para que las empresas puedan realizar una transición hacia modelos de negocio sustentables: valoramos la necesidad de promover decisiones de largo plazo que contemplen el impacto ambiental y, es por ello que, ofrecemos Créditos Verdes".
Créditos Verdes
La característica principal de los Créditos Verdes es que integran la sustentabilidad en la estrategia comercial del cliente y ayudan a mitigar el impacto climático, a través de la financiación de proyectos comprometidos con la reducción de su huella de carbono.
Otro diferencial de estos créditos es que logran reunir un grupo de inversionistas diversos y amplio, y fortalecen a la comunidad.
Ventajas
Son simples y flexibles: cuentan con una ingeniería de préstamo tradicional (sindicado o bilateral), tienen una estructura fácil, que es muy similar a la del préstamo tradicional.
Proyectos que financian los Créditos Verdes
El portfolio de proyectos elegibles incluye los de energía renovable, almacenamiento y redes inteligentes; edificios ecológicos; prevención y control de contaminación (incluida la reducción de las emisiones atmosféricas y el control de gases de efecto invernadero); productos ecoeficientes y/o adaptados a la economía circular y tecnologías y procesos de producción; transporte limpio; gestión sustentable de los recursos vivos y naturales, y el uso de la tierra; eficacia energética; conservación de la Biodiversidad terrestre y acuática; adaptación al cambio climático; prevención, reducción, reciclaje de residuos, pérdida de energía, productos de residuos; gestión sustentable del agua y las aguas residuales; cría sustentable de animales o insumos agrícolas climáticamente inteligentes (ej., protección de cultivos).
"Con los Créditos Verdes buscamos acelerar la transición hacia una economía baja en carbono alineada con el Acuerdo de París y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", agrega Duaygues.
Fuente: iProfesional
