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El financiamiento de las inversiones, una deuda pendiente (18/12/2019)
El financiamiento de las inversiones, una deuda pendiente

En este contexto de crisis económica y financiera casi ninguna pyme hoy es sujeto de crédito.

El Banco Central debe revisar y atemperar la gestión de riesgos diseñada sobre las bases de las recomendaciones de los acuerdos de Basilea y Basilea plus basadas principalmente en economías desarrolladas.

Si no se adaptan las reglas desde la autoridad monetaria a un esquema de producción nacional con lo que ello implica, el sistema financiero será siempre igual y seguiremos diciendo que el mejor negocio es el financiero.

Durante la gestión del gobierno anterior la autoridad monetaria autorizó al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) a tomar depósitos a plazo fijo y con esa liquidez compra Leliq de corto plazo. Un cóctel explosivo y un despropósito para una banca que se dice de inversión. Esta herencia al igual que un Banco Nación desequilibrado por donde se lo mire, es lo que el equipo económico del presidente Alberto Fernández va a tener que desactivar si quiere que los bancos oficiales vuelvan a prestar al sector productivo.

Asimismo, el financiamiento de las inversiones no puede estar atado al régimen de depósitos porque tienen maduración distinta. No se puede prestar a 5 años con depósitos a plazo fijo a 30 días.

También la posibilidad de utilizar encajes no remunerados para redireccionarlos hacia la actividad productiva no modifica estructuralmente el problema de financiamiento de las inversiones que padece nuestro país desde hace décadas. Por eso, todos los estudios coinciden en que las pymes utilizan el autofinanciamiento en más del 70 % para sus inversiones en equipamiento de maquinarias y equipos.

Hay que ir a un esquema como el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) que monopoliza el crédito a largo plazo mientras que el resto del sistema financiero solo hace banca comercial. Hacer una banca de inversión significa generar líneas para que cualquier banco la pueda otorgar por cuenta y orden del Estado. Afectar liquidez del fondo de la ANSES o un mínimo porcentaje de la recaudación del IVA por ejemplo generará un flujo constante de dinero a bajo costo que a la larga redundará en mayores inversiones, más trabajo, más ingresos fiscales, mejor distribución de la geográfica económica y traccionará a la baja las tasas de interés del sistema.

En la Provincia de Buenos Aires creamos una agencia de inversión llamada Buenos Aires Desarrollo BAE (desactivada por el gobierno anterior) que prestaba a empresas concursadas y su accionar no estaba regulada directamente por la autoridad monetaria. No solo salvamos a muchas empresas sino que todas pagaron, con lo cual la morosidad fue cero. No nos importaba si tenían los últimos 5 balances en regla. Estudiábamos lo que esa empresa podía generar de ahí en adelante. Analizábamos el proyecto: la generación o mantenimiento de la mano de obra ocupada, el riesgo sectorial y la evolución de su mercado interno o externo para saber si era viable. La faz administrativa pasaba a segundo plano. Hoy los bancos siguen priorizando los “papeles” más que si el negocio es bueno o malo.

La realidad es que cuando se financian inversiones de larga maduración el banco es “socio” del emprendimiento y el éxito o fracaso del proyecto son los riesgos que el actual sistema no quiere afrontar. Prefieren prestarle a los de siempre o como se dice comúnmente “los bancos le prestan a los que no lo necesitan”.

Otro tema muy trillado son las moratorias. Lamentablemente las mismas las hacen los técnicos con una mentalidad fiscalista, con un solo objetivo la recaudación. Pero como dijo Néstor Kirchner frente al proceso de renegociación de la deuda “los muertos no pagan”. Entonces la misma teoría que se aplica para la deuda externa debería ser la que guíe los planes para la recomposición financiera de las pymes. Las deudas que tienen con la AFIP si quiebran tampoco las van a pagar. Pero también hay que exigirles a las empresas que entran en un plan beneficioso que empiecen a pagar lo corriente para no desfinanciar al Estado. Por eso los planes deben ser como mínimo con 1 año de gracia, condonando punitorios y cuotas a 5 años. Pero el éxito o el fracaso de estos planes depende de las tasas de interés que se apliquen sino es un salvavidas de plomo. Generalmente las pymes entran al sistema para parar los bloqueos de cuentas corrientes y embargos con siderales costos legales que les aplican empeorando aún más su situación. ¿Entonces que hacen las empresas reiteradamente? Entran a la moratoria pagan 2 cuotas y dejan caer el plan. Los entes recaudadores en muchos casos se han caracterizado en su accionar como si fueran los famosos “fondos buitre” pero con ingerencia y potestad local y las empresas en “utilizadores de moratorias seriales”.

El anterior gobierno no solo las ahorcó financieramente con tasas abusivas en las moratorias sino que les exigía un pago adelantado para entrar de imposible cumplimiento.

Pero además de las moratorias impositivas hay que prever la implementación de una MORATORIA FINANCIERA permitiendo que el Banco Central las saque del listado de morosos por cheques impagos que las deja afuera del sistema financiero tradicional con cuentas embargadas y empujándola a la informalidad. Hay que perdonarle las sanciones y punitorios que le aplica el Central por no pagar los cheques, otorgarle un impasse de 180 días para que regularice y reordene su cadena de pagos. En definitiva, hacer algo que deje a las empresas dentro del sistema formal y no que terminen expulsadas y sigan afuera pagando tasas usuarias en cuevas financieras.

También hay que generar nuevos instrumentos financieros, repotenciar el sistema de garantías recíprocas como Garantizar o Fogaba y alentar la utilización de la factura de crédito muy utilizada en Brasil que agiliza y genera confiabilidad en la cadena de pagos del sistema productivo, baja el costo financiero de todo el sistema y alivia la gestión administrativa de las empresas.

Además en el esquema actual y con expectativas de aumento en la alícuota de bienes personales el Leasing, especialmente para inversión es una muy buena herramienta debido a que se incorpora el activo cuando se ejerció la opción de compra generalmente a 4 años y en donde el bien ya sufrió un proceso de depreciación lo cual genera un ahorro fiscal a la empresa.

En definitiva la solución pyme no pasa por una ley sino que la cosa es mas sencilla, se necesita que se modifiquen actitudes por parte de los funcionarios que llevan adelante las políticas de Estado.

Cada pyme sabe muy bien lo que debe hacer, por eso muchas han sobrevivido a lo largo de todos estos años.

Pero algo que es importante y necesario tener claro es que “sin financiamiento no hay desarrollo económico”.

Economista y empresario pyme. Fue director ejecutivo de la UIA, gerente general del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), director de Provincia Leasing y presidente de Buenos Aires Desarrollo entre otros cargos.

Fuente: Ámbito