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Servicios cordobeses ´for export´ (28/07/2019)
Servicios cordobeses ´for export´

La nueva Ley de Economía del Conocimiento, que regirá con el primer día de 2020, abre un amplio abanico de oportunidades para diversas actividades, más allá del desarrollo de “software”.

La exportación de servicios está en franco crecimiento en Argentina y puede tener un nuevo impulso con la Ley de Economía del Conocimiento, que amplió a varias actividades el beneficio que ya regía para el sector tecnológico.

Según Argencon, una entidad que reúne a empresas de servicios basados en el conocimiento, en los últimos 10 años el sector duplicó su participación en el total de las exportaciones del país.

En 2018 se vendieron al exterior seis mil millones de dólares, casi ocho por ciento del total exportado por Argentina, con lo cual se ubicó en segundo lugar después del agro.

Además del desarrollo de software (impulsado hace una década por la ley particular), que sumó casi dos mil millones de dólares, están las exportaciones de servicios empresariales, profesionales y técnicos, con unos 2.500 millones de dólares, y una menor participación de servicios culturales y recreativos, y cargos por el uso de propiedad intelectual.

Nuevas posibilidades

La ley, que aún no ha sido reglamentada, entrará en vigencia el 1 de enero de 2020 y, además de la tecnología, abarca servicios profesionales, producción audiovisual, nanotecnología, biotecnología, servicios geológicos, industria aeroespacial, industria 4.0 (inteligencia artificial, internet de las cosas, robótica). Incluye profesiones tan diversas como ingeniería, diseño, arquitectura, legales, contabilidad y traducción, entre otras.

“La ley es un espaldarazo importante, tiene una serie de beneficios impositivos y de promoción muy interesantes. El punto clave para el comercio exterior es permitir utilizar los impuestos que se paguen en el extranjero para los tributos locales, que no estaba en la norma anterior”, señala Roberto Rossotto, director ejecutivo la Agencia ProCórdoba.

A diferencia de la exportación de bienes, en el caso de los servicios, lo que se vende es casi todo valor agregado. Por eso es uno de los pocos sectores con balanza comercial positiva (2.300 millones de dólares en 2018, según Argencon).

“La ley, junto con el acuerdo Mercosur-Unión Europea, permiten que desde Argentina podamos empezar a vender a mercados muy sofisticados y desarrollados”, opina Gabriela Lemoine, expresidenta de la Asociación Argentina de Servicios Lingüísticos.

Arquitectura. Varios estudios locales realizan proyectos para clientes de otros países. (Instagram Corbisstudio)

“Aquí lo que se vende es intelecto puro; más allá de los recursos técnicos, el valor agregado se lo da la innovación y la creatividad”, asegura Roberto Avalle, ministro de Industria provincial, quien remarca que el sector del conocimiento “puede impactar positivamente en Córdoba”.

Cita como ejemplo la producción audiovisual, un sector que hace dos años fue validado como industria y que la semana pasada anunció la conformación de su propio cluster, con empresas, sector público, y asociaciones de ese rubro y de la tecnología. “Ya se están creando unos 4.500 puestos de trabajo y hay unos 10 mil jóvenes estudiando en carreras afines”, agrega.

Beneficios concretos

La nueva norma ofrece beneficios impositivos, como la estabilidad tributaria por 10 años (incluidos derechos a la exportación, algo que el sector espera que se terminen en 2020), la reducción en 10 puntos del Impuesto a las Ganancias para la reinversión de utilidades, la no retención de IVA y ventajas en el costo laboral.

Deben cumplir, al menos, dos requisitos: investigación y desarrollo, certificación de calidad o exportación. La norma tiene requisitos flexibles para las micro y pequeñas empresas.

“La reducción de costos va a ser muy importante. Lo más inmediato que se verá apenas entre en vigencia y las empresas se inscriban en el registro es el mínimo no imponible para las contribuciones patronales. Este es un gran problema para el sector del conocimiento”, asegura Carlos Martín, tributarista del Estudio Castillo.

Los servicios son intensivos en mano de obra, sobre todo, profesionalizada y calificada y, por eso también se piden normas que permitan una contratación más flexible. Son sectores en lo que no sobran recursos humanos, sino todo lo contrario.

Argencon estima que en la actualidad hay 215 mil empleos registrados en los sectores incluidos en la ley y cree que se podrían crear otros 200 mil puestos formales y 200 mil independientes para 2030, con 15 mil millones de dólares de exportación y un aporte neto en divisas de 12.300 millones de superávit. Un impacto para nada despreciable en un país donde los dólares es un bien escaso.

Ejes de la ley: Por 10 años

RubrosSoftware y servicios informáticos y digitales; producción audiovisual; biotecnología; geología; servicios de electrónica y comunicaciones; servicios profesionales de exportación; nanotecnología; industria aeroespacial y satelital; industria 4.0.

Beneficios impositivos. Estabilidad fiscal hasta 2029. Alícuota del 15% en el Impuesto a las Ganancias (la actual es 30% y se reducirá a 25% el año próximo). Bono de crédito fiscal equivalente a 1,6 veces las contribuciones patronales. Sin retenciones ni percepciones de IVA.

Beneficios laborales. Mínimo no imponible de 17.500 pesos (actualizable) para todas las contribuciones patronales.

Exportadores. Se pueden deducir impuestos pagados en el exterior de las ganancias obtenidas de fuente argentina.

Requisitos. El 70% de la facturación debe corresponder a actividades promovidas. Se deben cumplir dos de estos tres supuestos: 3% de facturación para I + D o 8% de la masa salarial destinada a capacitación; acreditar mejoras continuas de calidad; exportar el 13% de la facturación; si son servicios profesionales, un 70% (45% en pymes).

La nueva ley, una partida de nacimiento

El Foro Argentina Exporta fue, sin querer, la avant première oficial de la Ley de Economía del Conocimiento, aprobada por el voto unánime de todos los colores políticos un día antes de que comenzaran esas jornadas.

Para Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, el timing fue perfecto: “Si lo hubiéramos planeado así, no habría salido. Argentina Exporta fue una oportunidad para explicar y acercar la ley a todos los sectores”.

Director ejecutivo. Luis Galeazzi, de Argencon. (Gentileza Argencon)

Director ejecutivo. Luis Galeazzi, de Argencon. (Gentileza Argencon)

Sobre las bondades de la norma, se expresaron allí el presidente Mauricio Macri, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y también hubo un panel con el secretario de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer, en el cual se expandieron los detalles.

La economía del conocimiento no es del todo nueva –actualiza y amplía a la anterior Ley de Software– y ya da pasos firmes, pero no tenía reconocimiento como sector. “Esta ley viene a darle partida de nacimiento”, indica Galeazzi.

Hace cinco años, cuando surgió la entidad que dirige, todas las prácticas que se encuentran bajo este paraguas estaban en una especie de “agujero negro de la economía nacional”. En Argencon hay tecnología, pero hay variedad de rubros y de estadíos.

“No son todas grandes empresas. Hay emprendimientos, startups en desarrollo que tienen un crecimiento muy grande, porque cuando encuentran un nicho de mercado en el que son buenos, la economía del conocimiento crece acá y crece en todo el mundo y los tira para arriba”.

El trabajo ahora tiene que ver con sumar beneficiarios, para que suceda el derrame.

“Lo que estamos haciendo ahora es difundir la ley, explicarla en distintos foros y cámaras, para que se entienda y también para que quede claro que no cualquiera puede ser beneficiario”, señala Galeazzi.

La aclaración vale porque siempre surge la polémica de a quién sí y a quién no.

Sin salir a defender a Mercado Libre –“porque no lo necesita”, dice Galeazzi–, el ejecutivo considera que el suyo es un caso “paradigmático” y que quitarle los beneficios que la llevaron a ese nivel (los de la entonces Ley de Software) sería como “penalizarla por el éxito”.

Qué hacer con el “software” embebido

Daniel Figueras, titular de Infas SRL y vicepresidente de la Cámara de Comercio Exterior, considera positiva la extensión de la Ley del Conocimiento más allá del software, pero pide que la reglamentación sea más abarcativa.

“Las empresas tecnológicas no son sólo las que producen software”, dice el empresario y pide que también incluya “a las compañías que fabrican equipos con software embebido, en las cuales ellas sean las diseñadoras”.

“Nuestras máquinas incluyen desarrollo tecnológico para cada cliente; lo nuestro es industria 4.0. Si le compráramos el software a otra empresa, ella obtendría el beneficio, pero si lo desarrollamos nosotros, no”, explica.

El sector está participando en reuniones para que esto se pueda contemplar en la reglamentación.

Infas fabrica equipos de verificación y ensayo electrónico incorporados a la línea de producción. Incluyen tecnologías de robótica, internet de las cosas, Big Data e inteligencia artificial. Tiene 45 empleados directos y exporta a México, Brasil y Chile, Europa y China.

Gabriela Lemoine

Hispano Language Advisory

Traducciones para mercados desarrollados.

Gabriela Lemoine fundó, hace 13 años, Hispano Language Advisory, para traducciones en todos los formatos para empresas extranjeras y fue la primera presidenta de la Asociación Argentina de Servicios Lingüísticos. “Hace mucho que veníamos luchando para incluir al sector en beneficios estatales porque no había; es un gran paso esta ley”, dice.

La empresa exporta casi la totalidad de su facturación a Europa y Estados Unidos. “Esta ley era algo que necesitábamos para volver a tener rentabilidad. Nos va a permitir afianzarnos, porque no podemos competir por precio, seguimos siendo caros aunque nos valoran por talento y cultura”, agrega.

Lemoine reclama que, a mediano plazo, es necesaria una reforma laboral para poder contratar en forma más flexible.

“Los beneficios de la ley se van a trasladar en forma directa. Con la devaluación del año pasado, salimos a contratar gente enseguida, aunque se diluyó en parte con las retenciones”, concluye. La firma da trabajo a unas 200 personas en forma directa e indirecta.

Sebastián Gaviglio

25Watts

El foco cambió y apunta al exterior.

“Empezamos siendo una empresa con foco en el exterior pero, por el contexto macro, Argentina se puso cara y nos volcamos más al mercado interno. Ahora, con la nueva política, Argentina vuelve a estar competitiva y la nueva ley va a fortalecer esto. En nuestro planes está el objetivo de pasar de menos del 15 por ciento de exportación a un 25 o 30 por ciento”, señala Sebastián Gaviglio, socio de 25Watts.

La empresa realiza servicios de comunicación, marketing digital y desarrollo de software. “A principio de este año reactivamos relaciones con el mercado europeo y en el segundo semestre vamos a tratar de tener presencia en Estados Unidos y vamos a ir a Centroamérica”, agrega.

La firma emplea a 60 personas en forma directa y suma 20 más de manera indirecta, con foco de superar las 100 el año próximo.

“La ley va a desarrollar el sector, pero el limitante son los recursos humanos, no existe la cantidad y calidad de mano de obra para abastecer la demanda”, advierte Gaviglio.

Paola Suárez

Jaque Content

Exportar creatividad y propiedad intelectual. 

La productora audiovisual Jaque Content, con una trayectoria de 18 años, desde hace siete comenzó a internacionalizar la empresa. En 2017 abrió una oficina en México, como parte del plan estratégico de expansión, y ya exporta 35 por ciento de su facturación.

“Hubo un quiebre hace dos años, cuando el sector fue declarado industria en la provincia de Córdoba. La Ley del Conocimiento es muy novedosa y se abren muchas posibilidades. Estamos trabajando en una mesa audiovisual para la reglamentación, porque nuestro sector tiene algunas particularidades”, dice Paola Suárez, socia productora de la empresa y miembro de la asociación y de la cámara de productores audiovisuales de Córdoba.

También destaca el logro de un acuerdo para que las firmas locales accedan a un fondo europeo de desarrollo.

“Creo que va a ser un beneficio en el mediano plazo y promoverá la profesionalización del sector, que hoy tiene unas 15 a 20 empresas pero más de 30 o 40 productores independientes”, agrega.

Consuelo Escribano M.

Conexser

Un consorcio exportador de servicios para la industria 4.0.

Conexser es un grupo de exportación de servicios para la industria 4.0. Está formado por seis compañías cordobesas que trabajan integrando proyectos en diseño, ingeniería robótica, automatización, sistemas de mantenimiento y lubricación inteligente, desarrollo de internet de las cosas, calidad, gestión de recursos humanos.

Las firmas son Descar Argentina, BSB Engineering, Cualitar, Hyflon, TGD y GB.

“El grupo se creó en 2015 por la Fundación del ICBC y continuamos con el financiamiento de ProCórdoba. Nació para generar sinergia, compartir información y algunos proyectos se hacen en conjunto”, explica Consuelo Escribano Martínez, coordinadora de Conexser, que la semana próxima recibirá una misión inversa de empresarios de Bolivia.

“Todo lo que ayude a la promoción de exportación es muy importante y lo pone en un marco de regulación. Hoy, con las herramientas tecnológicas, exportar servicio está al alcance y se le está dando mucho empuje a la actividad. Acá tenemos muchas capacidad”, agrega.

Fuente: La Voz