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Pymes: los nuevos modelos de organización y producción (08/01/2014)
Pymes: los nuevos modelos de organización y producción

Se discuten otros paradigmas globales. La importancia del asociativismo y el creciente ejemplo del modelo alemán.

Las penas no son de todos. Ascua asegura que la mayor diferencia se verifica en las políticas públicas de apoyo a las pymes.

Más allá de la diversidad de criterios para definir a las pymes, que difieren aun dentro de un mismo país, la realidad de las pequeñas y medianas empresas del mundo muestra más puntos en común que diferencias. Así se desprende de una charla de iEco con el economista rafaelino Rubén Ascua, quien desde hace unos meses ejerce la presidencia del Internacional Council for Small Business (ICSB), entidad dependiente de la George Washington University, que reúne a calificados investigadores del mundo en temas vinculados a la problemática pyme, la creación de empresas y el desarrollo local.


“A nivel global se comprueban grandes semejanzas entre los desafíos y problemas que enfrentan las pymes. Estos problemas tienen que ver no sólo con restricciones en el acceso a recursos sino también con sustentabilidad, competitividad y supervivencia en un mercado globalizado. Así, no sólo se trata de cuestiones del entorno sino también de particularidades que hacen a factores endógenos a la propia empresa”, dice Ascua –¿Por eso podría decirse que la mortalidad empresaria en los primeros años de vida aparece como un fenómeno casi generalizado?–preguntó iEco.

Así es, la mayoría –se podría decir que más del 50%– de las empresas nacientes mueren en los primeros tres años de vida. Pero también esta la problemática de la productividad expresada en la brecha productiva entre las grandes empresas y las pymes donde la visión sistémica de los países marca diferencias. Así y todo, el hecho de que las pequeñas empresas sean genéticamente diferentes de las grandes o de las corporaciones es otra coincidencia global, que implica desafíos también globales.

–¿Uno de esos desafíos podría ser el de sistemas impositivos flexibles para las pymes?

En realidad la presión impositiva no figura de manera lineal como una de las preocupaciones principales a nivel internacional, aun cuando en América Latina es una de las características de las pymes: la queja por el entorno y en particular por la elevada presión fiscal. Pero no hay estudios sustantivos que reflejen distorsiones fiscales en perjuicio de estas empresas.

–¿Hay muchas diferencias entre las políticas activas pro-pymes de los países desarrollados y los que no lo son?

Aquí sí hay diferencias sustanciales. Países como Alemania, Singapur o Corea del Sur se destacan por tener políticas eficientes para pymes y nueva empresarialidad, con una elevada coordinación de las políticas públicas en distintas instancias de gobierno, esto es, nacional, estadual, provincial o local, lo que de alguna manera marca una diferencia respecto a la escasa coordinación que se advierte en países como la Argentina. Pero en Latinoamérica se suele padecer la falta de continuidad de políticas públicas tanto como la escasez de mecanismos de control, de evaluación y de transparencia de las mismas.

Ascua, que es el primer sudamericano en llegar a la presidencia del ICSB y que preside desde hace varios años la Red Pymes Mercosur, se detiene especialmente en la importancia de promover la asociatividad aun en momentos de revisión de los paradigmas asociativos.

Explica que “en particular hubo bastante experiencia respecto a la promoción del asociativismo tanto desde el punto de vista comercial como productivo, pero con resultados dispares: mayor impacto positivo en Brasil que en otros países del continente, entre ellos la Argentina”. Otro tema es que “el paradigma del distrito industrial italiano de los 80 ingresó en una etapa de sombra, producto de la incapacidad de las pequeñas y medianas empresas de sostenerse competitivas ante la emergencia de ‘grandes competidores’, no sólo corporativos ,sino también de China”.

–¿Pero en otros países desarrollados las pymes no vienen perdiendo competitividad también?

Claro, el caso típico de Taiwán, que es una señal de que no es un problema de la reducción competitiva de las pymes, sino producto de la creciente ola de proteccionismo que afecta de manera especial y marcada a estas empresas.

–¿Cada vez se escucha menos hablar de “clusters” y suena más la expresión “cadena de valor”. Hay un efecto positivo sobre la supervivencia y crecimiento de las pymes vinculadas?

Sin duda, es muy bueno que grandes empresas promuevan el desarrollo de cadenas de valor a través de la mejora de productividad y crecimiento de las pymes intervinientes en la cadena productiva. Y también es importante promover la incorporación de nuevos agentes y que las grandes corporaciones potencien la autonomía de sus proveedores pymes de modo que logren captar economías de especialización y escala.

–¿Cuál es el mejor ejemplo mundial en este sentido?

El sistema japonés de producción automotriz que en los años 70 y 80 nos maravillara en términos de alto nivel de eficiencia, reducción de niveles de inversión para negocios más productivos y donde una cadena densa de stock permitió captar ganancias de productividad importantes con eficiencia y alto nivel de coordinación. Pero ahora el modelo más conocido es el de Volkswagen, que realmente cambió todo. Se trata de relacionar un proyecto de fabricación con un doble anillo de proveedores que, de alguna manera, dirige las inversiones que deben realizar los agentes que conforman la cadena.

–¿Ese desempeño se advierte en otros sectores de actividad?

El éxito económico alemán de la última década, más allá de la cuestión macroeconómica, reconoce en las pymes una de sus grandes causas de éxito. Estas empresas han podido transformarse en verdaderos líderes de mercado a nivel mundial en productos y/o servicios que normalmente no son reconocibles por el gran consumidor pero que desempeñan un rol relevante en la cadena de producción. Típico caso de la teoría de los “campeones ocultos”.

–¿Esas empresas tienen fácil acceso al mercado internacional?

Son empresas que han logrado un nivel de competitividad superlativa, y cuya internacionalización adquirió una dimensión mucho más compleja y profunda que el sólo hecho de exportar y estar presente a nivel internacional. Representa una partición del proceso productivo y una complementariedad a nivel internacional, que hace que mejore su productividad y mejore su competitividad, y esto es una cuestión sistémica pero, a su vez, también una cuestión claramente de vinculaciones entre los agentes económicos y de bajos costos de transacción.

–¿Cuál es la clave de este éxito?

El modelo alemán particionó el sistema productivo y ha reducido los costos de transacción y mejorado su nivel de productividad, a través de una eficiente coordinación productiva con una fuerte reducción de las asimetrías de información, que no se visualizan en otros mercados y es esto claramente una desventaja en el caso de la Argentina.

--¿Las pymes chinas se encaminan a desarrollar su propio modelo?

China ha ido mutando hacia una promoción fuerte de la empresarialidad y a la generación de una clase emprendedora que vincule en distintos estratos la posibilidad de una economía altamente planificada y centralmente controlada con una flexibilidad creciente de parte de pequeños emprendedores con un componente de capital muy importante.

Fuente: iEco