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Maní argentino: planes y expectativas de una industria con la mirada en el exterior (22/08/2018)
Maní argentino: planes y expectativas de una industria con la mirada en el exterior

A pesar de las inclemencias climáticas de las últimas dos campañas, el sector manisero, radicado especialmente en Córdoba, apunta a la industrialización y al agregado de valor para mantener al país como el principal exportador del cultivo.

No todo en la vida rural es soja. En la provincia de Córdoba, existe un cultivo que, a pesar de las inclemencias climáticas que sacudieron a las las últimas dos campañas, se mantiene como uno de los más pujantes del sector agroindustrial: el maní. Más del 90% de la producción nacional proviene de la provincia serrana, y el 95% de lo producido a nivel nacional se comercializa en el exterior, convirtiendo, de esta manera, a la Argentina en el principal exportador de maní de calidad en el mundo.

"El maní es a la provincia de Córdoba lo que la viña a Mendoza o la caña de azúcar a Tucumán", sostienen desde la Cámara Argentina del Maní (CAM), fundada en 1975 con el objetivo de defender los intereses comunes de los asociados y crear vínculos de cooperación entre quienes habitualmente produzcan, procesen y comercialicen maní e incentivar su producción.

Los rindes de la última campaña, en sintonía con los del resto de las cultivos, no fueron buenos. Un informe presentado por la CAM, elaborado con datos aportados por la industria hasta el 8 de junio, advierte que la aguda sequía sufrida en la zona núcleo durante el ciclo 2017-2018 "ha afectado significativamente las rindes estimados", marcando una disminución de la producción de maní en grano en alrededor de un 22% respecto de la cosecha anterior".

A la seca se suma el temporal de más de tres semanas de abril que afectó la cosecha del cultivo. Así, se espera una producción de 980.591 toneladas (en vaina), frente 1.252.631 de la campana 2016/2017, que ya había sufrido pérdidas debido a la menor superficie sembrada por las inundaciones. Distinto fue el caso de este año, que por la falta de agua los rindes se derrumbarían de un promedio de 2,18 toneladas por hectárea el año pasado a 1,53 toneladas para el corriente ejercicio.

Los bajos rindes de la última campaña también atentan frente a las exportaciones: el saldo disponible para enviar al exterior se estima que se reducirá de 541.321 toneladas a 381.670; es decir, un 29% respecto a 2017. La Bolsa de Cereales de Córdoba y la CAM calculan una pérdida para la industria superior a los u$s 200 millones.

Por su parte, el 95% de lo exportado contiene valor agregado, con la variedad maní blancheado (la primera etapa de industrialización) como principal protagonista del mercado, ocupando el 70% de lo que se exporta. En menor medida, se suman otras variedades, como maníes para confitería, saborizado, pasta, manteca, aceite, harina, pellets y expeller.

El consumo interno en el país, en tanto, es muy bajo: en la Argentina solamente se consumen 250 gramos por habitante al año, mientras que en países como China, los Estados Unidos y varios mercados europeos el consumo per cápita es, aproximadamente, de cuatro kilos al año, e incluso más. "El bajo consumo es una cuestión cultural. En otros países, como China e India, donde el consumo per cápita es mayor, se utiliza mucho como fuente proteica; acá siempre hemos tenido carne y nunca se ha valorado tanto la proteína de otras materias primas, como el maní", resume Javier Martinetto, presidente de la CAM, entidad que, además, trabaja en la promoción del consumo interno (ver recuadro).

El principal destino de exportación para el maní argentino es la Unión Europea (UE), un mercado que adquiere entre el 60% y el 70% de la oferta. Detrás se ubican Rusia y China y, en menor medida, los Estados Unidos, India, Sudáfrica, México, Turquía, Brasil, Egipto y Australia.

Un sector Proactivo

Al margen de esta gris campana, la industria manisera argentina gana terreno. Según datos aportados por la CAM, en la última campaña se sembraron 423.000 hectáreas, un 5% más que el año pasado, y un 10% más que en 2016. Se destinaron, solamente para la provincia de Córdoba, unas 400.000 hectáreas, y varios son los players del sector que esperan que, a corto plazo, pueda seguir ganando hectáreas hacia los límites Sur de la provincia y el Norte de La Pampa.

"Se van rompiendo paradigmas de manera permanente; 15 años atrás, sembrar maní al sur de la Ruta 8 era una locura. En la actualidad, ya se siembra cerca de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa. En la búsqueda de rotaciones correctas se amplía el área de siembra para lograr la sustentabilidad del sistema productivo", destaca el representante de la CAM.

El cultivo, años atrás, no tenía mucha popularidad entre las productores por sus métodos de siembra y cosecha. "El maní, en algún momento, ha sido demonizado por el tema que cuando uno arranca la planta hay que tocar el suelo, pero hay pruebas más que elocuentes en toda la provincia de Córdoba de que, haciendo las rotaciones correctas, con siembra directa, y aplicando las cultivos de cobertura cuando sea necesario, el maní se puede insertar en un sistema productivo perfectamente", agrega Martinetto.

"El sector está maduro, es proactivo y está conectado con el mundo. La Argentina cumple, asimismo, un rol importante en el mercado mundial de alta calidad, que no es poco. Competir con grandes países resulta complicado, y siempre hemos sabido encontrar un lugar", rescata Juan Carlos Novaira, desde Servicios Agropecuarios, una empresa familiar de Hernando, Córdoba, que siembra más de 20.000 hectáreas de maní y emplea a 200 personas.

Los malos rendimientos de la cosecha en la Argentina no coinciden con los buenos números de otros países productores maní, lo que generó un mercado con sobreoferta a nivel mundial. "Es malo cuando caen los volúmenes, y queda espacio para que entren otros jugadores. Este escenario impactará en la próxima campaña", lamenta Novaira.

Con tres gigantes que mueven buena parte de la producción (Aceitera General Deheza, Prodeman y Olega), el sector agroindustrial manisero está compuesto por unas 25 empresas, entre las cuales más del 80% son pequeñas y medianas firmas, así como cooperativas de capitales nacionales.

Dos compañías están ubicadas en la provincia de Salta y las 23 empresas restantes en Córdoba. El 50% de las exportaciones del sector son realizadas por cuatro empresas de origen nacional; el 39% por nueve empresas medianas y el 11% restante por 11 compartías pequeñas.

Una treintena de localidades del interior de Córdoba sostienen sus economías con la agroindustria manisera como única fuente significativa de empleo, entre las que se encuentran Río Segundo, Hernando, General Deheza, General Cabrera, Charras, Las Perdices, Ticino, Pasco, La Laguna, Santa Eufemia, La Carlota, Alejandro Roca, Dalmacio Vélez, Carnerillo, Las Junturas, y otras 15 localidades. Según la CAM, involucra cerca de 12.000 puestos de trabajo, directos e indirectos. También son parte del juego pequeños y medianos productores que eligen el cultivo para sus rotaciones.

Perspectiva

Si bien el clima no ayudó en los últimos tres años, el sector se mantiene preparado para seguir dando saltos y ganar mayor participación. "El sector es muy activo; es muy de apostar al futuro. A pesar de estas temporadas difíciles, se sigue invirtiendo, manteniendo tecnología de punta en plantas industriales y en maquinaria agrícola. Superado este momento poco grato, están las bases para crecer", resalta Martinetto.

"Las expectativas son buenas. El sector está netamente enfocado a la exportación y a un mercado de calidad, por lo que tiene la necesidad de trabajar con tecnología de punta. Cualquier planta del país está a la vanguardia, a la par o por encima de las mejores del mundo", agrega Germán Faucher, encargado de comercialización de la firma Agromaní, que en la ultima campaña sembró más de 7500 hectáreas.

A pasar de los discretos resultados, la firma, que es oriunda de La Laguna, en la provincia de Córdoba, sigue apostando fuerte al negocio: anunció que pondrá en funcionamiento una nueva planta de blancheado para la próxima campaña. Agromaní da empleo a 45 personas y planea, asimismo, extenderse al mercado aceitero.

El objetivo principal del sector es potenciar e incrementar los negocios de agregado de valor. La Argentina es el país que aporta mayor valor desde origen. No obstante, el 70% es de maní blancheado, la primera etapa de industrialización. "Para ser más rentables, el desafío es pasar de exportar este tipo de variedad en bolsones a hacerlo en paquetes pequeños; en productos con marca propia, en envases más chicos que vayan directamente a la góndola", resalta Martinetto.

El rubicón son los derechos de importación y los aranceles que exigen los países de destino. El sector tiene la expectativa puesta en las acuerdos comerciales que avanzan entre la Unión Europea y el Mercosur, donde se busca priorizar una rebaja de aranceles en destino.

En la última campaña, según la CAM, la Argentina exportó a Europa unas 213.000 toneladas de maní blancheado, 142.000 toneladas con piel y solo 2300 toneladas de otros agregados de valor.

"Si las 350.000 toneladas de maní blancheado y con piel se pudieran exportar en paquetes chicos sería una revolución para el sector. Crecería la industrialización y se duplicaría la mano de obra", agrega Martinetto.

"Encontrarle una vuelta más al valor agregado y al negocio es lo que siempre buscamos. Vas chocando con barreras arancelarias de otros países, pero es algo que no nos debe detener. El desafío siempre está presente, y hay que seguir por esa línea", sostiene Novaira, de Servicios Agropecuarios.

De la firma se desprende Oddis Nuts, una línea con más de 10 productos a base de maní (con chocolate negro y blanco, garrapiñada) que van a parar a las góndolas. A pesar de una merma de hasta un 40% en los rindes de siembra en la presente campaña, los desafíos siguen en alza: "Se avanza, con dificultades y en un camino sinuoso, pero sin detenerse", concluye Novaira. Como todo el sector.

El consumo interno

En similitud con la nuez o la almendra, el maní contiene propiedades antioxidantes que previenen enfermedades cardíacas y diabetes, entre otras. "Uno de los ejes de la campaña es resaltar las ventajas nutricionales del maní como alimento, aportante de vitaminas de alta calidad y aceites esenciales similar a otros frutos secos. También queremos enseñarle al público a incorporarlo dentro de la cocina, no solo consumirlo para acompañar la cerveza. Hace 10 años no se veía pasta de maní en supermercados, se puede utilizar con mermelada, manteca, galletitas o cocinar verduras", destaca Javier Martinetto, presidente de la CAM. 

Fuente: El Cronista