Exdirector para la Comisión Económica para América latina y el Caribe y, ahora, dedicado a la vida académica (es profesor en la Universidad Torcuato Di Tella, UBA y Nacional de Quilmes), el economista Bernardo Kosacoff compartió con Pyme su visión sobre la coyuntura y las expectativas para el sector de la pequeña y mediana empresa para lo que resta del año.
z ¿Cómo analiza esta previa a las elecciones para las pymes?
Se observa una situación muy distinta a las que están orientadas al mercado doméstico y a la exportación, sobre todo, de las economías regionales y de productos industriales con valor agregado. La economía se desaceleró y tiene un comportamiento más heterogéneo. Pero no es una típica caída de una crisis a las que estamos acostumbrados. Estamos sin crecimiento, pero por encima de la meseta. El mercado local tiene un colchón de amortiguación. Dejó de crecer la venta masiva de productos pero está en niveles, históricamente, altos. Por caso, se venden más de 1 millón de heladeras; antes, eran 300.000.
z ¿Cuánto debería preocupar a las pymes esta desaceleración?
En las pymes que venden en el mercado doméstico, hubo una fuerte reducción de márgenes y suba de costos asociados a materias primas nacionales, insumos importados, costos energéticos, logísticos, laborales, de capital de trabajo y aumento de la presión impositiva, tanto a nivel nacional como de impuestos provinciales. Esto afecta a las firmas con menor volumen de operación, que tienen menos cantidad de productos como para poder distribuir esta suba. En general, se observan márgenes que son positivos pero hay una preocupación generalizada: los costos suben y los márgenes se reducen.
z ¿Qué condiciones debería contemplar el Gobierno para la inserción activa de las pymes en el sector productivo?
Lo que el Estado hizo fue sostener la demanda, a través de instrumentos como la disminución del Impuesto a las Ganancias, el aumento de los mínimos, las asignaciones, una política fiscal muy activa, lo que permitió que el mercado doméstico tenga el colchón de amortiguación. Donde más preocupación hay es en los sectores que quieren exportar o que están en economías regionales que, además de la suba de costos, se enfrentan con mercados externos competitivos.
z Como sucede con la industria vitivinícola...
Es que disminuyen las exportaciones de las variedades que tanto costó imponer y se mantienen los envíos de productos con menor diferenciación o más asociados a commodities. El caso de los vinos es muy representativo. Pero pasa con una gran cantidad de productos regionales e industriales, de quienes quieren exportar máquinas para herramientas, productos químicos, servicios.
z Se especula con una devaluación post octubre.
Siempre una devaluación trae un trade-off. Hay que pensar en puntos globales, dar certezas para que las fuentes de crecimiento de largo plazo se mantengan. El Gobierno debería revisar los incentivos para lo responsable del crecimiento: la inversión, la generación de empleo y las exportaciones con valor agregado.
z Hace unos años, se mostró a favor de la sustitución de importaciones. ¿Cómo ve, hoy, la implementación de esta política?
La Argentina no logró revertir las transformaciones en la estructura industrial en los ‘90, cuando las firmas tuvieron un fuerte traspaso a actividades de ensamble. Hubo una incorporación masiva de insumos del exterior. Cuando se recuperó la actividad, la elasticidad de las importaciones con respecto al producto fue alta. En 2011, la industria creció más del 7% pero las importaciones industriales lo hicieron más del 35%. Se venden más autos y se necesitan más autopartes importadas. El sector industrial, en 2011, tuvo un déficit comercial alto, más de u$s 300.000 millones. Hay sustitución de importaciones que permitió atender la demanda y, a la vez, mayores requerimientos de importaciones que dan un sector industrial deficitario en su balanza comercial.
z ¿Es optimista a mediano plazo?
Se requieren fuertes ajustes en la oferta productiva y poner todos los puntos de forma integral, donde las empresas tienen que invertir y generar modelos organizativos competitivos: gestión de calidad, desarrollar proveedores, generar mejoras en logística, es decir, cambios profundos en la oferta. La Argentina tuvo una capacidad de recuperación notable después del ocaso de la convertibilidad y las pymes juegan un rol esencial en el desarrollo económico. Es fundamental fortalecer este entramado. Laura Mafud
Perfil académico
z Licenciado en Economía, Bernardo Kosacoff es profesor en la UBA, la Universidad Nacional de Quilmes y la UTDT. Fue director académico del Centro Empresa, Competitividad y Desarrollo: ITBA-San Andrés, director de Cepal-Naciones Unidas en la Argentina, coordinador de Estrategias Empresariales y Competitividad, presidió el Instituto Desarrollo Económico y Social (IDES) y fue profesor visitante del Saint Anthony’s College, Inglaterra. Es autor de 20 libros y premio Konex Platino a la figura más destacada por su trayectoria en la década 1997/2006 en Desarrollo Económico.
Fuente: El Cronista
