La evolución de la demanda interna, el uso de la capacidad instalada, la demanda de crédito o el aumento de la dotación de personal, cayeron en la última encuesta industrial de expectativas.
El mes anterior a las PASO, aún en medio de la relativa remontada de los indicadores económicos, la mirada de los industriales sobre el desempeño de las variables de su actividad, mostró un retroceso frente al mes anterior.
Según la Encuesta de Expectativas de la Industria Manufacturera, que elabora el Indec y difunde junto al Índice de Producción Industrial (IPI) del sector manufacturero, el 43,8% de los consultados prevé una disminución en la evolución de la demanda interna en el período agosto-octubre, mientras que el 42,3% estima que se mantendrá sin cambios. Sólo considera que habrá un incremento del consumo doméstico el 13,9%.
El mes anterior, las expectativas para el tercer trimestre del año estimaban una disminución del 36,3% en la demanda interna, con un 20,2% de aumento y 43,5% sin cambios. En apenas 30 días, el deterioro de las expectativas es claro.
Y el panorama no luce mejor. La devaluación que siguió a la elección primaria, con su secuela de suba de las tasas de interés, salto del nivel de inflación y un freno más o menos generalizado en la actividad económica, hacen presagiar una nueva baja en la medición del mes próximo.
A nivel de exportaciones, las expectativas se mantienen más o menos estables. Pero no es el caso de las importaciones, que en algún sentido expresan el dinamismo de la producción industrial local por mayor de insumos y bienes intermedios.
Al respecto, el 36,7% cree que la demanda de estos productos caerá en los próximos tres meses, mientras que apenas 15,5% de los consultados prevé un aumento. El mes anterior, preveía una suba el 12,5% pero estimaba un retroceso de importaciones el 28,8% de los encuestados.
En cuanto a la capacidad instalada, otro indicador de fortaleza de la industria, uno de cada diez (10,6%) cree que habrá un aumento en el período agosto-octubre, mientras que en la encuesta previa, el 15,1% respondió que habrá un avance en el tercer trimestre. Del mismo modo, la expectativa de una disminución en la capacidad instalada industrial pasó en un mes de 29,3% a 34,5%.
Como es de esperar en un contexto de caída de la actividad, las proyecciones en materia de empleo también se deterioraron en la última medición. Se mantiene muy baja la posibilidad de ampliación de la dotación de personal en el trimestre siguiente a la medición (6,6% en junio vs 5,7% en julio).
Al mismo tiempo hay una notoria diferencia en la evolución prevista de las horas trabajadas. Estima que aumentarán el 6% de los consultados (el mes anterior eran 8,3%), mientras que 28,6% cree que disminuirá y 63,5%, que se mantendrá inalterada.
La necesidad de crédito también aumentó desde el último relevamiento. Casi la mitad de los consultados (48,4%) entiende que crecerá en agosto-octubre, casi tres puntos porcentuales más que el mes precedente.
Fuente: El Cronista
