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Investing, el nuevo formato publicitario que pueden aprovechar las pymes (19/10/2017)
Investing, el nuevo formato publicitario que pueden aprovechar las pymes

Es una novedosa y original opción para pequeños emprendedores. Se trata de monetizar inventos y vendérselos a grandes empresas para que éstas los usen para comunicar su mensaje. Entrevista a el publicista Nicolás Riso, uno de los pioneros en la implementación de este formato en la Argentina. 

Inventising es un nuevo formato publicitario. Mezcla de invento (invent, en inglés) con publicidad (advertising), promueve la posibilidad de usar inventos que "no sirven para nada", pero que pueden ser aprovechados por empresas como una acción de marketing.

 

 

En la Argentina, el publicista Nicolás Riso es uno de los pioneros en la implementación de este formato y cuenta de qué se trata. Básicamente, es una posibilidad para que pequeños emprendedores moneticen sus inventos vendiéndoles la idea a empresas grandes u organizaciones para que las usen para comunicar un mensaje.

 

 

¿Qué es el inventising y por qué sería una forma para monetizar inventos?

 

 

Es un nuevo formato de publicidad que mezcla invento con publicidad. Se trata de crear un producto o servicio que traccione la visibilidad de un proyecto. La publicidad tradicional trabaja sobre la venta de lo que una empresa hace, mientras que el inventising trabaja con la lógica de inventar algo que haga que la gente se interese por lo que se produce o el servicio que se ofrece. Es inventar algo que llame la atención de forma publicitaria y que puede tener funcionalidad en relación al producto o servicio en cuestión.

 

 

¿Inventising es una técnica, un recurso o un formato?

 

 

Es un nuevo formato de pauta que se está instalando. No hay terminología existente. Es algo distinto a la publicidad por TV o gráfica. 

 

 

¿Qué ejemplos podés dar?

 

 

En Brasil, en una época, Nivea repartía en la playa muñequitas que tomaban un color rojo cuando les daba el sol, y un pomito con protector solar que, si se lo aplica a la muñeca, evita que cambie de tonalidad. Este invento tiene una funcionalidad pedagógica sobre el producto; en sí mismo era apenas una muñeca que se pone colorada, pero en el contexto de Nivea, alerta sobre el cuidado de la piel y muestra la eficacia del bien que lo auspicia. 

 

 

Estos productos, ¿son para comercializar o se regalan?

 

 

En general, no se venden. En muchos casos, tienen un perfil ambiental o social y terminan siendo viralizados gratuitamente, haciendo una publicidad mucho más potente que una pauta por la innovación en sí. En África, donde costaba que los chicos se lavaran las manos, un señor inventó un jabón con un juguetito adentro. Para que los chicos puedan jugar, tienen que lavarse antes las manos. Eso fue auspiciado por distintas marcas.

 

 

Nicolás Riso, publicista y especialista en Investing.

¿Quién es el destinatario de esta nueva forma de publicidad?

 

 

Hay un primer destinatario al que se le resuelve un problema. Por ejemplo, Dominó Pizza, en Brasil, detectó algo que seguramente nos molesta a todos: cuando pedís un delivery de pizza, que viene en moto, el queso derretido termina derramado en los costados. A ellos se les ocurrió poner una steady, un aparato que mantiene el equilibrio, y así la pizza viaja de forma horizontal y el queso no se derrama por los costados. Con esto, se solucionan dos problemas: una falla del producto, en base a algo novedoso que termina dando una impronta de innovación al servicio. El invento es un dispositivo para la moto, para que el queso no se mueva para todos lados en el viaje pero, a la vez, la gente lo comparte porque es innovador. 

 

 

¿Tendría sentido hacer un desarrollo así si no existieran las redes sociales?

 

 

Mucho menos. Las redes hacen que este formato se viralice y eso le da potencia. La innovación tiene sentido en sí misma y más allá de las redes. Pero el alcance de ese invento, sumado a las redes sociales, tiene un impacto exponencial. El mayor atractivo es que se replique en ellas. Por eso, más allá del invento, hay que evaluar la potencia de la viralización. Muchas veces se plantea, junto al invento, la creación de algún corto audiovisual que termina siendo lo que se viraliza.

 

 

¿Cómo se trabaja para que las empresas implementen este formato?

 

 

Desde el publicitario hay dos formatos. Que te llamen y te hagan un pedido y que vos presentes distintas ideas. O también está la posibilidad de armar sesiones donde se producen este tipo de ideas como ida y vuelta. En estas sesiones, se genera el producto entre todos y como algo a mediano plazo. Hay que entender las fallas del servicio, para ver qué se puede inventar. Y a partir de ahí ver si conviene entrar en un proceso de patentamiento. Se ve caso por caso. Otras veces, uno puede inventar algo e ir a ofrecérselos a las marcas. Eso pasa cuando hay una relación previa con el cliente y en el marco de un contrato de trabajo. Por otro lado, hay muchos creativos publicitarios en el mundo que generan las ideas, las patentan y luego las venden. Pero eso es muy costoso. Lo bueno es que te garantizás que el otro no la pueda hacer. 

Fuente: El Cronista