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Una carrera de obstáculos (24/05/2012)
Una carrera de obstáculos

Un dato para empezar: el 70% del trabajo en la Argentina es generado por las pymes. ¿Otro dato? En Brasil, las pequeñas y medianas empresas representan el 60% del empleo y en Chile el 63%, según datos del IERAL, de Fundación Mediterránea. Ante este marco, Marcos Cohen Arazi, economista e investigador de la entidad, aprovechó el evento organizado por El Cronista para resaltar los principales puntos que alteran el sueño de empresarios pyme: la dificultad del acceso al crédito, la certificación de calidad y tanto las regulaciones sobre la actividad como la presión tributaria.

En cuanto al financiamiento bancario, las grandes empresas encabezan el acceso con el 75,3%, mientras que le siguen las medianas, con el 58,9% y, por último, las pequeñas, con el 30,8%. En la comparación regional, las pymes argentinas se ubican en el séptimo lugar, sostuvo Cohen Arazi en base a datos del Banco Mundial. A la hora de hablar de fondos para la expansión de la empresa, el ranking lo lidera Chile, con el 73%. Le siguen Perú (55%), Paraguay (53%) y Colombia (51%). ”Posiblemente esto se de por un tema de demanda, porque las empresas deben tener planes para demandar crédito", explicó Cohen Arazi.

Por su parte, el financiamiento por el mercado de capitales marca diferencias, ya que ninguna pyme tiene su composición en base a esa lógica, mientras que el 7,9% de las empresas grandes están constituidas en su capital de ese modo. "Se nota una prevalencia baja de las pymes. Y a nivel regional es la misma situación", destacó.

La certificación de calidad
El hecho de contar con una acreditación internacional sobre la calidad del producto o servicio no es cosa de todos. Las empresas locales con certificación reconocida internacionalmente son mayoritariamente grandes, con el 65% de la participación. Le siguen las medianas, con el 19%. Las pequeñas apenas hacen al 9%. "Las mayorías de las empresas grandes acceden a certificar sus productos, porque sus mercados así lo exigen, pero las pymes tienen una situación diferente, ya que pocas acceden", resaltó el economista.

Más allá de las certificaciones, existe algo fundamental para cualquier emprendedor: contar con los permisos para que la firma pueda arrancar. Pese a brindar el 70% del trabajo del país, las pequeñas y medianas empresas argentinas afrontan regulaciones que las llevan a esperar hasta 266 días para lograr la licencia. Tal cifra ubica a la Argentina en la economía que más tarda en habilitar a sus pymes, detrás de Paraguay (149 días); Chile (141); y Brasil (115). Otro dato: las grandes firmas locales requieren 81 días y las medianas 87 para contar con los permisos.
La carrera de obstáculos se completa con una compleja administración tributaria y la competencia desleal. J.G.

Fuente: El Cronista Comercial.

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