Novedades

Encuesta
Un menú para cada empresa: cómo es el negocio de cocinar para multinacionales (18/01/2018)
Un menú para cada empresa: cómo es el negocio de cocinar para multinacionales

Hace 35 años, a José Paparella le ofrecieron encargarse del servicio gastronómico de una clínica. Hoy, la firma, que ya está en manos de la segunda generación, le da de comer a más de 700 personas,  tiene 45 empleados y el año pasado facturó $ 4 millones. Su próximo proyecto: brindar un servicio pensado para millennials.

Hace 35 años, el padre de Natalia Paparella, José, aprovechó una oportunidad que se le presentó en aquel momento: brindarle servicio gastronómico a una clínica. Hoy, Natalia es la gerente General de aquello que empezó como una simple oportunidad y terminó convirtiéndose en una compañía que actualmente emplea a 45 personas, alimenta a más de 700 trabajadores todos los días de la semana y el año pasado facturó $ 4 millones.

 

 

Se trata de Day Lunch, una firma que ofrece servicio gastronómico pensado exclusivamente para empresas y que se puso en pie luego de que la familia invirtiera sus ahorros: unos $ 350.000. 

 

 

"Nuestro primer cliente fue una clínica de la zona oeste del Gran Buenos Aires", recuerda hoy la hija del fundador, y admite que no fue “nada fácil” adaptarse a las características del servicio gastronómico que requería un cliente de este tipo. De todas maneras, la hija del fundador remarca: "A los pocos meses ya estábamos incorporando otros clientes del rubro".

 

 

"Desde la adolescencia me interesé por aprender sobre el negocio, y soñaba con hacer mejoras para que no solo fuese el proyecto con el que yo crecí, sino que también mis hijos puedan crecer con la empresa", confiesa la gerente General de la compañía. Y admite: "Al principio, mi padre quería que me desarrollara laboralmente en otro rubro, pero yo sentía que este era mi camino laboral, y contaba con el espíritu emprendedor de mi padre y su apoyo incondicional".

 

 

Así fue que Natalia, perteneciente a la segunda generación de la firma, empezó a trabajar como secretaria y, en paralelo, se encargaba de las cuestiones administrativas. 

 

 

Al tiempo llegó el momento de anotarse en una carrera universitaria y se decidió por Marketing, que cursó en la Universidad de Morón para, como ella misma explica "adquirir las metodologías y herramientas que le permitan profesionalizar los procesos de la empresa". Así fue que siguió interiorizándose en las distintas áreas de la firma familiar, para poder concretar esa meta. 

 

 

A partir de esta formación, Natalia explica cómo prosiguió puertas adentro en la firma que había fundado su padre tiempo atrás: "Mi tarea fue aggiornarla y actualizarla”, aunque se encarga de aclarar que esto no solo lo hizo en cuestiones estéticas como cuando se encargó de reformular el logo de Day Lunch, o bien, al modificar el manual de la marca. Sino que, además, se puso al hombro la tarea de incorporar valores a través de la implementación de distintas acciones comunicacionales. 

 

 

Cuando se le pregunta por algunos de los momentos que más la marcaron dentro de la compañía, Natalia menciona que su mayor logro fue haber crecido en facturación, con una mejor rentabilidad. Y a esto le suma la incorporación de novedades en el servicio que ofrecen.

 

 

Algo más que full time

 

 

"Full life", así define Natalia al desafío de liderar una compañía que se convirtió en la cocinera de más de 700 personas, todos los días de la semana. 

 

 

“Cuando uno emprende, y lleva adelante un servicio que tiene turnos de mañana, mediodía y noche, está todo el tiempo en contacto con la atención y el equipo de operaciones", detalla, al tiempo que añade: "Cuando empecé a involucrarme en la parte operativa y aprender sobre los secretos para generar un buen servicio, metiéndome en la atención,  en la preparación y el sabor de las comidas, me dije 'ahora sí puedo hacerlo'", recuerda. 

 

 

Natalia Paparella, de Day Lunch.

Además de proponerse que el sabor y la calidad "se tienen que sentir", la firma fundada por José Paparella tiene la intención de generar "un momento distinto", a través de propuestas concretas.
¿Por ejemplo? Implementaron el "Happy Day", que se trata de una invitación a que sus comensales participen de un sorteo en el que el ganador puede elegir –entre varias opciones de platos gourmet– cuál prefiere que se prepare el viernes siguiente. "También trabajamos interactuando con las redes sociales", dice. Estos detalles son, para la emprendedora, sus principales diferenciales.

 

 

"Al utilizar las mejores materias primas, y dado que trabajamos bajo estrictas condiciones de higiene y seguridad, conseguimos una cocina casera y muy rica, con un equilibrado valor nutricional,  ajustado a las actividades que desarrolla el personal en los establecimientos de nuestros clientes", asegura Natalia. Y garantiza que esta política les permite a sus clientes dedicarse, de manera permanente, a la atención de sus actividades específicas, "evitando costos adicionales".

 

 

Además, la gerente General de Day Lunch especifica que ofrecen diferentes menús, de acuerdo al perfil de la empresa, así como también al tipo de personal que la conforme. Por lo que detalla: "Contemplamos propuestas gourmet y dietas especiales, para vegetarianos, hipertensos o celíacos". En cuanto a los precios, el valor de cada menú se acuerda con el cliente y, por lo dicho anteriormente, el mismo depende de "muchas variables". 

 

 

Un servicio para exigentes

 

 

Tenemos varios proyectos”, asegura la gerente General de Day Lunch, Natalia Paparella, cuando se le pregunta cuáles fueron las ideas o propuestas que les quedaron “en el tintero”.

 

 

Entre los proyectos que aún no concretaron, desde la compañía que se dedica a brindar servicio gastronómico a empresas mencionan la idea de brindar platos pensados para aquellas compañías que cuentan con un personal integrado mayoritariamente por la generación denominada "millennial". 

 

 

Y es que, al parecer, los millennials son exigentes hasta a la hora de comer. De hecho, en palabras de la propia gerente General, se trata del sector que ofrece “mayores desafíos”. 

 

 

De todas maneras, la hija del fundador de Day Lunch admite: "Siempre nos quedan proyectos demorados”. Y esto se lo atribuye al ritmo acelerado que requiere la actividad que llevan adelante: se trata de un rubro demasiado dinámico, que les exige una constante predisposición al cambio operacional. 

 

 

“Esto hace que algunos proyectos no cuenten con la atención debida", confiesa la gerente General de la firma que cumplió 35 años. 

 

 

Ficha técnica:

 

 

Inicio: 1982.

 

 

Inversión inicial: $ 350.000.

 

 

Empleados: 45.

 

 

Facturación 2017: $ 4 millones.

Fuente: El Cronista