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Horacio Reyser: `El acuerdo con la UE nos obliga a mejorar nuestra competitividad` (24/07/2019)
Horacio Reyser: `El acuerdo con la UE nos obliga a mejorar nuestra competitividad`

El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería analizó el tratado y explicó qué pasos deberán darse para que entre en vigor.

Casi un mes después de que el Mercosur y la Unión Europea informaran que habían alcanzado su histórico acuerdo de libre comercio, la efervescencia del anuncio va quedando lentamente atrás. Pero así como aquel 28 de junio significó el cierre exitoso de unas negociaciones que se extendieron por 20 años, también marcó el inicio de una etapa de mayor apertura para Argentina y la región.

En una entrevista con el ciclo audiovisual El Cronista Global, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina y uno de los principales negociadores del acuerdo, Horacio Reyser, explicó qué efectos tendrá el tratado y cuándo podría entrar en vigor. Además, repasó en qué estado están el resto de las negociaciones que el bloque está llevando adelante y se refirió a la necesidad del país de mejorar su competitividad.

¿Por qué cree que ahora sí, tras 20 años, se alcanzó el acuerdo?

Efectivamente fueron 20 años de negociación, al que en los últimos tres años y medio con el liderazgo del presidente Macri, y ahora con el cambio de Gobierno de Brasil, le dimos un impulso muy fuerte. Y se dio además que la UE estaba con gran interés de concluirlo.

¿Cómo sigue el proceso hasta que entre en vigor? Por más que sea un anuncio, todos los textos están completos y las condiciones negociadas. Lo que viene ahora es la depuración legal, que en general dura entre 6 y 12 meses. Y una vez que se firma, se envía a los parlamentos. En cuanto sea aprobado por el Parlamento Europeo y por alguno de los parlamentos del Mercosur, para ese país ya entra en vigencia provisional. Para la entrada en vigor definitiva sí es necesaria la aprobación de todos los parlamentos, pero la entrada en vigor provisoria habilita todos los beneficios comerciales.

Mirá también la segunda y última parte de la entrevista en video

¿Qué opinión le merecieron las críticas por parte de algunos sectores de la oposición?

Las tomo más dentro de lo que es el contexto electoral, porque fue un acuerdo que se negoció durante 20 años, con lo cual no es desconocido por el Gobierno anterior. En definitiva se trata de una cuestión de Estado, si la Argentina tiene que estar integrada al mundo o no. Lo que se escucha del sector privado, de la sociedad en general y de otras voces de la oposición, es que es algo bueno. Creo que es uno de los 10 puntos de consenso básico que los argentinos deberíamos tener.

Se habló también de las concesiones que debió hacer el Mercosur

Siempre que hay un acuerdo aparecen voces disonantes de ambos lados. En el caso de la UE, el sector agrícola considera que se está viendo perjudicado. Pero no es así, porque la UE consume 7 millones de toneladas de carne por año, mientras que la cuota que tenemos es de 99.000 toneladas. De nuestro lado, ha sido más una cuestión ideológica. Y a los que puedan temer que haya una invasión de productos de la UE, no va a ser así.

¿Qué barreras lo impiden?

En primer lugar, hay plazos de desgravación de 15 años para muchos productos, como autopartes o calzado. Pero además existen mecanismos que evitan la triangulación y salvaguardias para el caso de que hubiera alguna distorsión en algunos mercados o una importación violenta, que permiten congelarla reducción de aranceles por plazos prolongados.

¿Puede el acuerdo poner más presión para que se hagan las reformas que mejoren la competitividad del país?

Genera un horizonte, una dirección concreta. Deja de ser una discusión en el aire, y en la medida que los parlamentos lo ratifiquen, es una realidad que va a venir. Entonces, tenemos que ver cómo hacemos los cambios que reduzcan el costo argentino. Nos obliga a sentarnos, pero no sólo al Estado. Al Estado Nacional, provincias, el sector privado, los sindicatos, a todos. Porque más allá de que estamos abriendo un mercado de 500 millones de habitantes que representan el 20% de la economía mundial, vamos a necesitar más compañías que exporten, más producción.

De acuerdo al Banco Mundial, Argentina tuvo en 2018 uno de los peores ratios de exportaciones en relación a su PBI.

Creo que hay que ver esto como dos caminos paralelos. Uno es abrirlos mercados, como los 200 que fuimos abriendo para productos argentinos o los acuerdos de libre comercio que expanden horizontes. Pero eso no implica que inmediatamente podamos aprovechar esos mercados. En lo inmediato, podremos aprovecharlo en lo agrícola, en alimentos, en servicios. Pero después tenemos que mejorarla competitividad. Vivir vendiendo a 45 millones de habitantes no es suficiente para crecer a tasas por encima del 3, 4 o 5 por ciento. Para que eso ocurra, debemos bajar ese costo. Y eso también implica, en la medida que el Estado equilibre sus cuentas, reducir la carga fiscal, los impuestos distorsivos. Vamos hacia un mercado de 800 millones de habitantes, ese es el desafío.

¿Cómo sigue la agenda comercial hacia adelante?

La próxima en agenda es con el EFTA (bloque conformado por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein), que es una negociación importante. Suiza es un gran inversor global, Noruega tiene uno de los mayores fondos soberanos del mundo. Luego Canadá, para el primer semestre de 2020, y negociaciones con Singapur y Corea.

¿Y Estados Unidos?

No hay un plazo para el inicio de una negociación. Sí hay un acercamiento estratégico, pero lo vemos para que se produzca en el mediano o largo plazo.

Fuente: El Cronista