La falta de conocimiento -por parte de quienes inician un negocio nuevo- acerca del orden de los pasos a seguir para cumplimentar los aspectos legales e impositivos hace que muchas veces expongan su patrimonio a riesgos innecesarios o incurran en faltas administrativas. Recién cuando necesitan financiamiento o presentan su propuesta a un inversor intentan poner todo al día. “Generalmente los emprendedores corren detrás del problema y salen desesperadamente a conseguir los requisitos después de que se los piden”, explica el contador Javier Manzano, quien esta semana dará una capacitación que explica y simplifica estos aspectos.
Por Natalia Riva – [email protected]
“Es habitual encontrar que los emprendedores no se preocupen por los temas administrativos y legales hasta antes de necesitarlos con urgencia. Generalmente, las urgencias son necesidad de recibir una inversión, gestionar un crédito o traer fondos del exterior. En esos momentos se estrangula el crecimiento y agrega valor la tarea de una administración profesional”, explica a Comercio y Justicia el contador Javier Manzano, quien actualmente se desempeña como director Financiero de Incutex.
Según su experiencia, el profesional asegura que el error más habitual de quienes inician un negocio es no conocer cuál es el orden de los pasos a seguir para cumplimentar los aspectos legales e impositivos. Además, enfatiza, este desconocimiento hace que muchas veces los emprendedores expongan su patrimonio a riesgos innecesarios o incurran en faltas administrativas con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Ahora bien, desde que un emprendimiento nace y va creciendo y madurando su negocio, ¿a qué aspectos legales e impositivos debe atender? “Cuando un emprendimiento crece debe ir modificando su condición frente a los aspectos impositivos y limitar su responsabilidad frente al giro comercial. Se puede iniciar actividades como monotributista, que es un régimen impositivo simplificado, y trabajando por cuenta propia o como sociedad de hecho. Esto nos simplifica el inicio de actividades hasta que tengamos validado el producto o servicio. Posteriormente, el volumen del negocio puede implicar superar los topes de la escala de monotributo y nos obliga a pasar al régimen General, que se denomina responsable inscripto, que tiene cargas administrativas mensuales que implican ser más rigurosos en lo administrativo”, dice Manzano.
En cuanto a los aspectos legales, destaca el contador, “el mayor giro comercial obliga a los emprendedores a ser más prudentes con el resguardo de su patrimonio y deberán constituir una sociedad anónima para limitar su responsabilidad al capital aportado y resguardar así su patrimonio personal. Además, este tipo societario tiene el capital dividido en acciones y se convierte en el vehículo más adecuado para recibir inversiones en el futuro”.
Impulso por la nueva ley
En este contexto, la nueva Ley de Emprendedores ayuda mucho a quienes quieren formalizar su emprendimiento. “Nos pone a nivel de Chile, Colombia, México, donde los emprendedores ya están operando hace algunos años con este tipo de sociedades”, destaca el contador.
Así, enumera los aspectos más sobresalientes de las nuevas sociedades anónimas simplificadas (SAS): bajan el monto necesario para constituir una sociedad anónima a dos salarios mínimos, actualmente $16120. Tanto las reuniones de administradores como de socios pueden ser convocadas con citación electrónica previa y realizarse por medios electrónicos (Skype).
Además, permite registros digitales de: libro de actas, libro de registro de acciones, libro diario, IVA compras, IVA ventas; libro inventario y balances, no.
Otro punto es que los aportes irrevocables a cuenta de futura suscripción de acciones pueden mantener tal carácter por 24 meses (a diferencia de los seis meses para la SA/SRL). El contrato social puede prohibir la transmisión de acciones por hasta 10 años, renovable por unanimidad (en la SA/SRL no puede prohibirse la transferencia).
“En tanto y en cuanto se opte por el estatuto y objetos sociales estándar autorizados por Inspección de Personas Jurídicas, en 24 horas se debería tener constituida la Sociedad y operar. Posteriormente se harán las modificaciones, en casos de ser necesarias, pero ya se tiene la startup en operación”, destaca Manzano, y agrega que actualmente Córdoba y la ciudad de Buenos Aires son las dos jurisdicciones que más avanzados tienen los sistemas informáticos para hacer operativas las SAS (el resto de las provincias está esperando un sistema informático que se está desarrollando a escala nacional).
Presentarse ante un inversor
La posibilidad de presentar el emprendimiento ante un potencial inversor es uno de los signos de alarma que muchas veces hace que los emprendedores tengan que poner todo en regla.
La primera pregunta que surge en estos casos es ¿en que se fijará ese posible inversor? Para explicar esto, Manzano asegura que él generalmente es una empresa o empresarios muy profesionales y miran sus inversiones desde esa perspectiva.
“Es importante capacitarse para poder estar a la altura de la información que van a solicitar para evaluar las startups. Los inversores en primera instancia se fijan en la capacidad y potencial que tiene la startup para generar cashflow (flujo de fondos) y también si generan sinergias o diversificación en la cartera de negocios que ya tienen”, enumera el contador.
Pero siempre buscan estar expuestos al menor riesgo posible -resalta- por eso no dejan de revisar cuál es la situación fiscal, laboral y crediticia de la startup. “Para determinar si van a realizar la inversión someten la compañía a un proceso de evaluación llamado due diligence”, dice.
“Es muy común que tras una instancia de due diligence queden al descubierto muchas contingencias impositivas y legales (riesgo de reclamos legales, administrativos, laborales y hasta posibles juicios) y con estos puntos bajar la valuación de la startup. Por todo esto, una idea de negocio brillante puede terminar siendo desvalorizada por una ineficiente gestión de los aspectos legales e impositivos”, advierte el especialista.
Para no perder valor
A modo de estrategia, para que el negocio no pierda valor el emprendedor debe estar atento a no generar contingencias (posibles juicios o multas), tener los impuestos al día o regularizados con un plan de pagos, tener los empleados registrados, tener balances auditados al día y libros societarios y contables completos.
“Esto que en primera instancia parece costoso de conseguir, a largo plazo mejorará la percepción de la startup como negocio y del equipo emprendedor como gestor ante la mirada de los potenciales inversores. Todas estas recomendaciones evitarán estrangulaciones al momento de crecer. Generalmente los emprendedores corren detrás del problema y salen desesperadamente a conseguir los requisitos despuésde que se los piden, todos estos hitos llevan tiempos administrativos y no se consiguen de un día para otro. El orden administrativo presente garantiza buenos negocios en el futuro”, concluyó el especialista.
Capacitación
Qué deben saber las startups tecnológicas que buscan financiaciónPasado mañana, jueves 4, la aceleradora cordobesa Incutex organiza una capacitación dirigida a startups de base tecnológica que buscan financiación, con el objetivo de formarlas en el fondo y en la forma de los requerimientos de los inversores para mejorar su potencial de atracción de capital.
En la ocasión también se mostrarán las herramientas prácticas para constituir la sociedad, estar al día con los impuestos y aumentar su investment readiness (preparación para recibir inversión).
“El objetivo de esta capacitación es conocer el orden y requisitos solicitados tanto por AFIP en lo impositivo como por Inspección de Personas Jurídicas en lo legal”, cuenta Manzano, CFO de Incutex, quien dará la charla.
La cita es de 18.30 a 20 en The Tech Pub (avenida Vélez Sársfield 576). Más información: www.incutex.com.ar.
En Incutex invierten y potencian un máximo de tres startups por año enel país, a las cuales acompañan en el desarrollo de la startup.Qué miran los inversores
Generalmente son empresas o empresarios muy profesionales y miran sus inversiones desde esa perspectiva.
Se fijan en la capacidad y potencial que tiene la startup para generar cashflow y también si generan diversificación en la cartera de negocios.
Buscan estar expuestos al menor riesgo posible: no dejan de revisar cuál es la situación fiscal, laboral y crediticia de la startup.
Lo impositivo
Se pueden iniciar actividades como monotributista o como sociedad de hecho. Cuando se superan los topes de la escala de monotributo, se debe pasar al régimen General -que se
denomina responsable inscripto-, que tiene cargas administrativas mensuales.
Fuente: Comercio y Justicia
