Emprender en un negocio desconocido no conoce de tiempo ni fronteras. Así lo demuestra Jorge Barisonzi, el fundador de IMS, la empresa que fabrica y diseña exhibidores para alimentos, que en la Argentina trabajan con grandes cadenas de supermercados y exportan el 80% de su producción, sobre todo a mercados no convencionales, como 15 países de África.
"Primero trabajé en una empresa muy pequeña. Importábamos equipamiento para exhibidores de comida para fast food y estaciones de servicio. Empecé de cadete, después hice multitasking y pasé a una empresa que tenía muchas fábricas en el mundo. En el 2001, me ofrecieron ir a Venezuela, Colonia o África. Empecé a viajar a Sudáfrica en el 2002", contó Barisonzi a LA NACION.
Después decidió tomar las riendas de su propio negocio, que le requirió una inversión inicial equivalente al costo de un auto. "Vendí un Ford Escort y empezamos con una oficina prestada", dijo. De esta manera, cerró un contrato con una de las grandes cadenas de supermercado en la Argentina y viajó a Sudáfrica para terminar de diseñar los espacios e investigar tendencias de consumo para mostrar los alimentos.
"Los africanos son muy trabajadores y muy estrictos. Nos ayudaron a cambiar nuestra idiosincrasia informal y descontracturada para darle otro enfoque al negocio. Es un mercado casi de primer mundo. Este año, por ejemplo, hicimos un tour con clientes importantes de Latinoamérica y todos se sorprendieron de la infraestructura y el nivel del retail de los supermercados en general", explicó Barisonzi.
La inspiración en el continente africano llevó a la creación de una escuela de oficios dentro de IMS. "La decadencia argentina se ve reflejada en el abandono de las escuelas industriales. El 90% de las personas que trabajan en la fábrica llegaron sin conocimiento técnico y todos se fueron ayudando el uno al otro. Por eso, creamos una escuela que se llama Nelson Mandela. Enseñamos carpintería, soldadura, electricidad y hace quince días inauguramos el aula. El objetivo es digitalizar a todas las personas que vengan", sostuvo.
Jorge Barisonzi, fundador de IMS, se inspiró en Nelson Mandela para su modelo de negocios y creó una escuela de oficios En 2017 la compañía facturó $172 millones y para 2018 proyecta llegar a un 25% más. La empresa exporta el 80% de su fabricación a 30 países; el 20% restante va dirigido al mercado interno.
Entre los mayores desafíos que atraviesa la empresa, en IMS enumeraron el valor de los equipos, las barreras aranelarias de cada país y los tiempos de entrega por la distancia que deben recorrer los aparatos hasta llegar a destino. Por ejemplo, un equipo que viaja a Sudáfrica tiene 30 días de viaje en barco, teniendo en cuenta posibles adversidades climáticas.
"Para poder ofrecer las soluciones más completas en espacios de exhibición de comidas debemos comprender las necesidades de cada cultura local: invertimos en viajes a cada país para conocer estas diferencias culturales y de necesidades para investigar los mercados locales. Es así como en la actualidad hemos equipado más de 200 locales en África para la cadena de retail más grande del continente", informaron en la compañía.
Fuente: La Nación
