por Marcos Cohen Arazi, Economista de IeralPyme
En el año que comienza las pymes buscarán recuperar el nivel de actividad de los años previos, pero sólo alcanzarán a recuperar parte de lo perdido. El PIB crecerá en torno al 3%, aunque las diferencias sectoriales serán marcadas, reflejando los efectos heterogéneos del ciclo macroeconómico.
Entre las industrias pyme, hay sectores integrados regionalmente que tienen una leve expectativa favorable debido a la recuperación económica de Brasil, que se espera que crezca 1% en 2017, luego de haber caído alrededor de 7% en los dos años previos. La industria brasileña crecería 2%, aunque acumula una caída cercana al 18% desde 2014, lapso en el cual las exportaciones argentinas a dicho país cayeron cerca de 60%. Su recuperación, bienvenida, es muy tenue.
Adicionalmente, hoy el valor del dólar fluctúa más libremente según oferta y demanda, y ha dado lugar a un tipo de cambio relativamente bajo para las industrias pyme, especialmente para las manufactureras de origen industrial. Cualquier mejora en el nivel exportado por pymes manufactureras será pequeña frente a la merma acumulada entre 2011 y 2016, que fue de 40% (sólo en el último año cayeron 12%). Las firmas que venden principalmente al mercado interno suman a los problemas de competitividad, la escasa demanda interna.
En el caso del mercado interno, la buena noticia es que se espera que el salario real crezca algo por encima del 3%, y que la economía en su conjunto crecerá a un ritmo similar. En las últimas recuperaciones del nivel de actividad (2013 y 2015), las ventas de comercios minoristas crecieron menos que el nivel general, especialmente en el caso de bienes durables, fruto de la incertidumbre de la población respecto a sus ingresos. Las ventas minoristas de bienes no durables posiblemente se recuperen algo menos del 3% (en unidades), pero debe tenerse presente que en 2016 cayeron 6,3% y que desde 2011 acumulan una caída de 9,2%. En el caso de bienes durables (electrodomésticos, muebles, etc.), probablemente sus ventas crezcan unas décimas menos aún, debiendo tenerse en cuenta que cayeron 8,3% en 2016 y acumulan 17% de caída en últimos 5 años.
Con ese marco y teniendo en cuenta los relevamientos que realiza IeralPyme, las expectativas en materia de empleo pyme son moderadas; es decir de mantener la planta en la mayor parte de los casos, no incrementarla ni disminuirla. Mientras tanto, las inversiones de las pequeñas firmas tendrán mejores perspectivas recién cuando la suba en el nivel de actividad se consolide, y difícilmente tomen el vigor de los años en que Argentina crecía a tasas chinas como 2005, 2006 o 2007. Para ello, se requerirá retomar la senda del crecimiento sostenido sobre la base de nuevos factores, entre los que seguramente se encontrarán la producción agropecuaria y las industrias relacionadas, el sector energético, los nuevos planes de obra pública anunciados y un mejor ambiente para los negocios.
