El objetivo de este espacio, que abrirá próximamente en Córdoba, es democratizar el acceso a nuevas tecnologías, brindando a las personas la capacidad de fabricar (casi) cualquier cosa en cualquier lugar. Los Fablabs -que forman parte de una red internacional- están dotados de grandes y costosos equipos, como las impresoras 3D, cortadoras láser y tornos, entre otras
herramientas. “Se forma una comunidad de inventores en la cual los participantes colaboran unos con los otros, fomentando el intercambio tanto de conocimiento y habilidades como de ideas”, explican quienes están detrás de esta novedosa iniciativa.
Por Natalia Riva – [email protected]
Florencia Argüello y Alejandro Cragnolini están trabajando para abrir en Córdoba un lugar donde los inventores encuentren todo lo que necesitan: herramientas, comunidad, charlas, clases o actividades corporativas, siempre basados en la experiencia como motor de aprendizaje.
Son ellos quienes están detrás de la apertura de la Fundación FabLab Córdoba, que funcionará bajo los estándares compartidos por una Red Internacional FabLabs, avalados por el Center for Bits and Atoms (CBA) del Massachusetts Institute Technology (MIT), de Estados Unidos.
En este espacio se fomenta la cultura maker (algo así como una cultura “hacedora”, que promueve que todo el mundo puede desarrollar cosas) y se potencia el proceso de aprendizaje entre emprendedores, investigadores, docentes, estudiantes, profesionales y demás miembros de la comunidad. Todos podrán nutrirse del trabajo conjunto promoviendo la innovación colaborativa y por competencia, generando nuevas interrelaciones entre la tecnología y la ciencia.
“Promovemos la cultura libre, compartiendo proyectos abiertos con el fin de democratizar el acceso al conocimiento y a las tecnologías de fabricación digital entre la comunidad local y el mundo”, explica a Comercio y Justicia Argüello, y agrega: “Nos concentramos en la difusión, promoción y asistencia técnica para el despliegue de nuevos Fab Labs como una forma de incrementar infraestructura tecnológica y de transferir capacidades para la innovación”.
Aún están en tratativas para decidir el lugar donde funcionará la Fundación, aunque aseguran que están en negociaciones con una “prestigiosa institución pública de la ciudad de Córdoba”, razón por la que aún no pueden brindar datos certeros de su fecha de apertura y locación.
“A partir de esta situación es que hemos decidido comenzar con acciones de gran envergadura de manera remota, que incluyen la co-creación y cooperación de otros Fablabs a lo largo de la red. Es el caso de nuestra participación en la Miami Maker Faire (feria independiente de proyectos innovadores más grande del mundo) donde presentaremos un proyecto tecnológico para niños que es apoyado por la red FabLatKIDS”, comentó la socia fundadora.
Una red mundial
Según cuentan los especialistas en fabricación digital, la palabra Fab Lab es un acrónimo del inglés Fabrication Laboratory. Hace referencia a espacios que funcionan como talleres tecnológicos donde las personas tienen la oportunidad de fabricar algo, de transformar una idea en un objeto concreto.
“El primer FabLab nace en 2000 en el Center For Bits And Atoms del MIT, de la mano de Neil Gershenfeld durante el curso “Cómo hacer casi cualquier cosa”. En los últimos 17 años el concepto se ha expandido por los cinco continentes con el objetivo de democratizar el acceso a nuevas tecnologías, brindando a las personas la capacidad de fabricar -casi- cualquier cosa en cualquier lugar”, dice Argüello.
De esta manera, los Fablabs están dotados de grandes y costosos equipos como ser las impresoras 3D, cortadoras láser, tornos y fresadoras de control numérico computarizado (CNC).
Sin embargo, según ella, su principal atractivo es “la fuerte vinculación con la sociedad, ya que en los Fablabs se incentiva la creatividad y la creación de comunidad entre personas con inclinaciones STEAM (sigla en inglés que corresponde a ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas)”.
De esta manera se forma una comunidad de inventores en la cual los participantes colaboran unos con los otros, fomentando el intercambio tanto de conocimiento y habilidades como de ideas. Es así como nace la sinergia y se fortalece la colaboración.
Concretamente, en la Fundación cordobesa se trabajará para ofrecer programas de educación (.edu), proyectos abiertos y colaborativos (.org) y desarrollo de capacidades organizacionales, servicios y oportunidades de negocio (.com).
Laboratorios digitales
- Nace para fomentar la cultura maker entre emprendedores, investigadores, docentes,
estudiantes, profesionales y demás miembros de la comunidad.- Promueve la innovación colaborativa y por competencia, generando nuevas interrelaciones entre la tecnología y la ciencia.
- La fundación cordobesa funcionará bajo los estándares compartidos por una Red Internacional de Laboratorios de Fabricación Digital.
Fuente: Comercio y Justicia
