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Los ingenieros que llegaron a Silicon Valley (14/09/2017)
Los ingenieros que llegaron a Silicon Valley

Tres amigos, insatisfechos con la atención al público que brindaban muchas compañías, decidieron crear soluciones que apuestan a optimizar el servicio y aumentar la eficiencia de las organizaciones. Hoy, planean desembarcar en los principales mercados del mundo. 

Todo comenzó en 2011 como una iniciativa de tres amigos que, cuando terminaron la secundaria, arrancaron a estudiar juntos Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires (UBA). En ese momento, y con 22 años cada uno, Jorge Ezequiel Espósito y Juan Martín Balán, ambos ingenieros electrónicos; junto con Nicolás Ariel Demner, ingeniero mecánico; originaron su primer emprendimiento, al que apodaron Debtech. El mismo se trató de un proyecto dedicado a la innovación disruptiva en el mercado B2B, que fabricaba equipos electrónicos basados en LEDs y terminales de autogestión modernas. “De esta forma, dimos nuestros primeros pasos como entrepreneurs”, señala Espósito, que actualmente se encuentra cursando la maestría en Ciencias de la Computación en el Georgia Institute of Technology, en los Estados Unidos.

 

 

Luego de tres años intensos de trabajo, con ahorros propios y desde la habitación de Balán, Debtech creció hasta tener 10 empleados, oficinas en el barrio porteño de Devoto y una instancia de autosostenimiento. “Pese a todo, la propuesta no se alineaba con nuestros sueños personales. No podíamos escalar globalmente porque éramos altamente dependientes de la fabricación de hardware. Éramos conscientes de que iba a ser complicado con escasos recursos. Ni la escuela ni la universidad nos habían dado herramientas para iniciarnos en el ambiente. No teníamos conocimiento ni experiencia sobre formas de financiamiento, capitales semilla o start-ups”, dice el socio fundador, que es también especialista en cloud computing.

 

 

“Por aquel entonces, nos dimos cuenta de que en el mercado había un pésimo trato al público por parte de muchas empresas. De hecho, nosotros como consumidores nos vimos afectados en repetidas ocasiones. Notamos que varias firmas perdían clientes y dinero por culpa de no brindar servicios con estándares de calidad”, cuenta. Es por eso que decidieron destinar la utilidad de Debtech –$ 50.000– para dar lugar a Debmedia, una pyme que llegó a Silicon Valley, los Estados Unidos, y se especializa en tecnología y productividad, como afirman sus cabezas, con soluciones a medida y software orientado a optimizar la relación entre compañías y consumidores, y aumentar la eficiencia de las organizaciones.

 

 

Jorge Ezequiel Espósito, de Debmedia.

“Así, las empresas aumentan su retorno de inversión (ROI) y la fidelidad de los clientes, quienes dejan de perder tiempo y reciben respuestas acorde a sus necesidades”, asegura el cofundador de la marca, que hasta la fecha proveyó 200 soluciones en el segmento local, emplea a 35 personas de manera fija y posee consultores externos, entre diseñadores gráficos e industriales, community managers y analistas de marketing digital. 

 

 

En qué consiste la oferta

 

 

Quienes están detrás de este emprendimiento hallaron la respuesta a una necesidad clave en el mercado internacional: una plataforma unificada y orientada a la omnicanalidad, que les permite a las empresas administrar de manera end-to-end todo el viaje del cliente a través de diferentes puntos de contacto con el objetivo de mejorar la satisfacción y optimizar las métricas de las compañías.

 

 

DebQ –un sistema de atención al cliente que cuenta, entre otras cosas, con encuestas de satisfacción (con el fin de detectar puntos flojos y optimizarlos), monitoreo en tiempo real y reportes con estadísticas para la toma de decisiones–, DebTouch –una herramienta de autogestión y publicidad interactiva que permite crear apps sin tener que recurrir a un programador, compatible con kioscos, celulares y tablets– y DebSign –una plataforma de cartelería digital y content management system, por medio de la cual se puede distribuir contenido multimedia en una red de pantallas digitales– son algunos de los ítems destacados que integran el portfolio. Entre quienes adoptaron sus desarrollos, se encuentran referentes de distintos rubros como Banco Patagonia, Almundo.com, Honda y Metrogas, por citar algunos ejemplos. 

 

 

Desde Debmedia, adelantan que, en el presente, se encuentran trabajando en una plataforma que utiliza Inteligencia Artificial para micro-segmentar a los clientes en base a su información y a las pasadas interacciones que tuvo con la empresa, para clasificar su comportamiento, al igual que entender sus necesidades y predecir qué decisiones va a tomar. “En base a ello, se generarán acciones automáticas que incentivan o desincentivan a los consumidores”, indican. El objetivo para 2018 y 2019 es conseguir funding para iniciar la expansión comercial fuerte en los mercados más competitivos del mundo. “Somos una empresa B2B que necesita mucho poder de venta y marketing para atraer nuevos clientes. Pero realmente confiamos en el potencial de nuestra innovación y estamos enfocando nuestras energías en realizar las pruebas de concepto y mercado pertinentes”, concluye Espósito.

 

 

La mirada puesta en el crecimiento

 

 

En 2016, Debmedia facturó u$s 1 millón, monto que se reinvirtió para lograr el objetivo que los fundadores se propusieron de cara al futuro: escalar globalmente. De esta manera, el plan de expansión incluye, entre otras acciones, la apertura de una nueva sede en los Estados Unidos, que se suma a las filiales que la firma ya tiene en Chile, Bolivia, Perú, Colombia, México y España. Desde la empresa, comentan que, en el corto plazo, la idea es completar el desarrollo de canales con más oportunidades en América latina, así como también fortalecer alianzas con players del sector y participar de exposiciones y eventos.

 

 

El proceso para abrir una oficina en el extranjero, de acuerdo a los creadores de Debmedia, no es complicado.

El proceso para abrir una oficina en el extranjero, de acuerdo a los creadores de Debmedia, no es complicado. “Hoy, existen espacios de coworking económicos y orientados a start-upstecnológicas. En San Francisco y Palo Alto, los Estados Unidos, existen muchos lugares de este tipo que son ideales para comenzar a generar contactos”, dice Espósito, mientras añade que lo más difícil es traccionar las primeras ventas, sobre todo, en un mercado tan competitivo como el americano. 

 

 

Recomendaciones

 

 

“Desde mi experiencia, sugiero a toda persona que quiera emprender que lea tanta información como sea posible respecto al mundo de las start-ups”. Tanto es así que el emprendedor recomienda dos textos: “Lean start-up, de Eric Ries, es un buen libro para comenzar. Respecto del manejo de las relaciones humanas en el trabajo, aconsejoInteligencia Emocional en la Empresa, de Daniel Goleman”. 

 

 

Ficha técnica:

 

 

Año de fundación: 2013.

 

 

Inversión inicial: $ 50.000.

 

 

Facturación 2016: u$s 1 millón.   

 

 

Soluciones brindadas a nivel nacional: 200.

 

 

Empleados: 35.

Fuente: El Cronista