Novedades

Encuesta
Las pequeñas ´startups´ empiezan a convertirse en grandes empresas (15/09/2019)
Las pequeñas ´startups´ empiezan a convertirse en grandes empresas

La movida de las startups (emprendimientos de base tecnológica) en Córdoba dejó de ser una promesa. Hay al menos 70 empresas innovadoras con un modelo comercial validado, con inversores argentinos y extranjeros y potencial para crecer a nivel global.

  • La Provincia relevó 70 emprendimientos de base tecnológica capaces de escalar a nivel global.
  • Parten de innovaciones, exportan, crecen al 150 por ciento anual y suman inversores en el mundo.

Los datos surgen del Registro de Emprendimientos Dinámicos y Emprendedores, de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender de la Provincia, un análisis sobre las startups surgidas en la última década y que en el futuro podrán generar empleo de calidad y ser más inmunes a las crisis coyunturales que sus pares de otros rubros.

La industria del software local arrancó en 2001, cuando el entonces gobernador José Manuel de la Sota convenció a Motorola de instalarse en la ciudad. Ese mismo año nació el Córdoba Technology Cluster, con una decena de profesionales cordobeses (que crearon firmas como Vates, Dicsys, Incluit, Kunan, entre otras) que asesoraban a las empresas en software, equipos y redes y en el incipiente uso de internet. Luego llegaron las internacionales como Intel, IBM, Microsoft, Hewlett Packard e Indra (algunas ya no están), a las que se sumaron las nacionales en crecimiento como Mercado Libre (que llegó comprando primero a Neosur y luego a Machinalis) y Globant.

En ese marco, arranca una primera generación de emprendedores que utilizaron las tecnologías para innovar en servicios.

Entre estos casos están Luciano Nicora, que en marzo de este año vendió a la española Prosegur su empresa VN Global, dedicada a la tercerización de procesos de cobranza; también Martín Frascaroli, que con Aivo automatiza y lleva a distintos canales (telefonía, internet y redes sociales) la atención al cliente de grandes firmas.

Pero hace una década surgió una nueva generación de startup a los que en el rubro se los llama “emprendimientos dinámicos”: tienen como máximo 10 años, son innovadores en modelos de negocios (ver gráfico) que ya fueron validados por el mercado nacional o regional, y aplican las nuevas tecnologías como inteligencia artificial, machine learning (enseña a los sistemas a aprender en forma automática) o internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés, que conecta los aparatos a la web). Además, “levantan” inversiones de fondos de capital de riesgo nacionales e internacionales.

Esto les da el potencial de ser capaces de escalar tanto en los mercados regionales como a nivel global. Lo que a empresas como Arcor les llevó décadas, estas lo hicieron en pocos años.

Algunos ejemplos

Este es el caso de empresas como Comparaencasa (seguros), Kilimo y Biodrone (tecnologías para el agro), Adaptio (IoT), GiFlyBike (bicicleta electrónica), NoBracks! (ortodoncia invisible), Fligoo (inteligencia artificial), SocialTools (marketing en redes sociales), Rapiboy (reparto), Deep Vision (sistemas de reconocimiento facial), Ualabee (información sobre transporte público) y Mindcotine (soluciones virtuales para dejar de fumar), entre otros.

Según el estudio de la Agencia (ver gráficos), 13 por ciento ya factura más de 500 mil dólares anuales (30 millones de pesos) y tres por ciento paga salarios de dos mil dólares (120 mil pesos).

Comparaencasa fue creado en 2011 por Lucas Lezcano Vélez, cuando llegó de Londres con 500 mil dólares y el modelo de money supermarket (supermercado de dinero), plataformas donde el usuario compara precios de productos o servicios. Probó con diferentes rubros, fracasó varias veces y recién en 2016 halló el negocio: los seguros.

Hoy es un broker digital de seguros para vehículos. El usuario elige entre 80 por ciento del mercado asegurador nacional; hace todo el proceso en forma online y paga la comisión mínima del mercado (13 por ciento). Tiene 10 mil clientes, recibió inversiones por 5,5 millones de dólares, desembarcó este año en Brasil y antes de fin de año lo hará en México. “Con un equipo de 19 personas, Comparaencasa hace 400 mil cotizaciones anuales y crece al 115 por ciento anual”, dice Lezcano Vélez.

Agustín Caverzasi y Leandro Lichtensztein, dos ingenieros en Computación egresados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), crearon en 2014 Deep Vision para apostar a la llamada computer vision: un campo de la inteligencia artificial que analiza y entiende imágenes y videos de manera automática.

Tiene un equipo de 20 personas (15 en Córdoba), pero el mercado es el marketing en punto de venta (cómo actúa el consumidor) y la seguridad (reconocimiento facial en aeropuertos y terminales, por ejemplo) en Estados Unidos. Por eso puso oficinas en Costa Mesa, California, y Atlanta, Georgia.

“Se hicieron ventas en Estados Unidos, Japón y Europa. La idea ahora es avanzar en Latinoamérica para multiplicar la actividad por dos”, dice Caverzasi.

Un caso más reciente es Rapiboy, la plataforma de repartidores para gastronomía de Agustín Achával, Francisco Copello, Lucio Paoni y Alejandro Guzmán. Con dos años y medio, ya tiene 14 empleados y 1.400 repartidores que trabajan para 500 restaurantes de Córdoba, Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Tucumán y La Plata.

“El desafío es la internacionalización. Ya tenemos una representación en Paraguay y el próximo es México”, indicó Achával.

Cómo son los nuevos protagonistas de la economía que se viene

La Agencia Córdoba Innovar y Emprender relevó 70 startups (emprendimientos de base tecnológica) locales con un objetivo: entender cómo son las empresas de la economía que se viene.

“La idea es reconocer cuáles son los emprendimientos que necesitan apoyo. Porque en esto se juega la economía que se viene para Córdoba; son los que van a generar empleo de calidad, a pagar altos salarios y, como lo demuestran sus resultados, a ser mucho más inmunes a las crisis coyunturales que el resto de los sectores”, explica José Rodríguez Ponce, director ejecutivo de la Agencia.

La edad promedio de las startups es 3,3 años. El 14,7 por ciento está en estado previo a la comercialización y otro 27,9 por ciento arrancó con las ventas. Otro 35,3 por ciento validó su negocio, 10,3 por ciento se está consolidando y 11,8 por ciento inició su expansión.

El 70 por ciento apunta a 10 rubros: servicios y productos para empresas, medio ambiente, retail, consumo, energía y servicios públicos, agricultura, salud y cuidado personal, internet, finanzas virtuales e industria.

Además, 91 por ciento está concentrado en seis tecnologías: inteligencia artificial, biotecnología, robótica, plataformas digitales, big data (grandes volúmenes de dato) y ciencia de datos (procesamiento de la información).

Estos crecen a un ritmo de 149,5 por ciento anual, tienen un promedio de 2,5 socios (sólo 10,4 son mujeres) y cuentan con 10,5 empleados. La mitad vende en Latinoamérica o a nivel global.

El rol de los inversores

Un rasgo clave del sector es la manera de financiarse. En general, la mayoría comienza aplicando las llamadas 4F (por sus siglas en inglés): founder, el capital del fundador; family, el aporte familiar, con el que se fondea 10,2 por ciento de las startups relevadas; friends, la ayuda de algún amigo; y fool, el “tonto” que cree en el proyecto, en la jerga denominado “inversor ángel”, que sostiene a 46,9 por ciento de los emprendimientos.

Otro lote importante trabaja de manera más profesional: las aceleradoras mantienen a 26,5 por ciento; los inversores de riesgo a 8,2 por ciento y los fondos de inversión a otro 8,2 por ciento.

En estos segmentos están los programas de la Agencia provincial, que trabajan en forma articulada con fondos privados como Incutex, Alaya Capital Partners, Cites e Innova SV.

Por ejemplo, en el programa provincial Córdoba Acelera, la Agencia lleva puestos 20 millones de pesos y los inversores privados 53,7 millones; en Más Empresas, en tanto, la relación es 41,6 millones de pesos y 83,8 millones, respectivamente.

Otra característica es el punto de equilibrio, el nivel donde los ingresos superan a los costos, al que sólo llega 36,8 por ciento. Esto no depende siquiera de la trayectoria ni es un dato demasiado preocupante para las startups.

De hecho, Comparaencasa, tras ocho años proyecta llegar al punto de equilibrio en junio de 2020, mientras que Rapiboy, con dos años y medio ya superó esa etapa.

“Muchas veces, las que no llegaron al punto de equilibrio es porque están más preocupadas por expandirse. Algunas van por su segunda o más ronda de inversión y el capital de riesgo que las apoyan pone ese dinero porque identificó que esa innovación es disruptiva”, agrega Rodríguez Ponce.

Crecimiento: Tasa anual

149,5% En promedio, las 70 “startups” relevadas crecen a este ritmo. Hay que tener en cuenta que la edad promedio es de 3,3 años. Pero su avance lo da el modelo de negocios (de base tecnológica) y que la mayoría apunta al mercado global.

Fuente: La Voz