Por Marcos Cohen Arazi de IERALPyME de Fundación Mediterránea para Revista Punto a Punto.
Ese es el caso de los problemas de competitividad ocasionados por el aumento de costos en dólares (por la combinación de política cambiaria e inflación), que afecta fuertemente a la producción industrial. En este sentido, las mejoras de productividad que realicen las empresas apenas pueden compensar el incremento sostenido de los costos laborales, que en 2012 llevan un aumento de 17% respecto del año previo.
Sin embargo, en algunos de los obstáculos hay posibilidades de lograr mejoras sustanciales, especialmente cuando se abordan de manera asociativa. Por ejemplo, a la falta de calificación específica de la mano de obra de un sector se la puede atacar con acciones coordinadas por las empresas, que apunten a capacitar a actuales o potenciales empleados. En ese caso, la ventaja de la acción conjunta reside en que la capacitación presenta economías de escala y beneficia a todas las empresas, y por lo tanto se pueden reducir los costos y dar sostenibilidad a la iniciativa, mejorar la calidad de la producción. Al haber un beneficio para todas las empresas del sector, tiene características de bien público sectorial, y difícilmente lo podría hacer una sola empresa.
En el mismo sentido, las empresas de pequeña envergadura generalmente tienen menores recursos que las grandes para desarrollar innovaciones (tecnológicas, de producto, comerciales, etc.), que son la fuente de las ventajas competitivas en el tiempo. Entonces, también en ese caso existe mayor potencial si se realizan de manera asociativa, porque de ese modo es posible compartir los recursos, los riesgos (a veces con problemas para definir cómo se comparten los beneficios eventuales) y desarrollar sinergias entre distintos sectores de la economía.
Algunas cifras pueden traer luz sobre cómo podrían darse estos procesos. En relación con la innovación, las empresas consideradas dinámicas de la Provincia de Córdoba elegirían vincularse en primer lugar con el sector generador del conocimiento (75% de las firmas lo considera Deseable y Muy Deseable), y en segundo lugar con sus proveedores (58%).
Existe allí un punto de partida para el desarrollo de vinculaciones -en desarrollos particulares- y también la posibilidad de conformar clústers –con mayor institucionalización y permanencia de las acciones conjuntas-.
Tipo de vinculación preferida por las empresas
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea. Encuesta a una muestra de empresas ‘dinámicas’. 2011
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