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Estudio IERAL: Industria de Maquinaria Agrícola y Agropartes (08/06/2011)
Estudio IERAL: Industria de Maquinaria Agrícola y Agropartes

Una Argentina Competitiva, Productiva y Federal - Doc nº 11

Resumen ejecutivo

 

Este documento forma parte de un importante estudio llevado adelante por los investigadores del IERAL de Fundación Mediterránea entre los años 2009 y 2010, que tuvo como objetivo principal identificar, evaluar y proyectar oportunidades de generación de valor económico y empleo en una serie de cadenas productivas del país, bajo una estrategia que prioriza la mayor inserción internacional de la producción, pero sin descuidar el fortalecimiento del mercado interno.

En este caso se resumen los principales resultados obtenidos para la cadena de la maquinaria agrícola. Este trabajo incluye, entre otras cuestiones, un diagnóstico que describe la situación actual en materia de exportaciones e inserción internacional, un ejercicio donde se proyecta la cadena al 2020 y recomendaciones acerca de políticas y acciones públicas que de implementarse podrían mejorar significativamente la competitividad y el funcionamiento de la cadena.

El Cluster de la Maquinaria Agrícola de Santa Fe (CIDETER) conjuntamente con el INTA estiman que el país cuenta con aproximadamente 730 empresas pertenecientes a la cadena, distribuidas entre las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y principalmente concentradas en las dos últimas. Por su parte, estas mismas organizaciones estiman que la cadena estaría generando alrededor de 47.000 puestos de trabajo directos.

Argentina ha incrementado sus exportaciones de manera significativa, por encima del crecimiento del mercado mundial, permitiendo esto elevar el market share en el mercado global de estos productos hasta 0,22% en 2010. En la década anterior la participación en las ventas mundiales fue alrededor 0,1%. Sin embargo, Argentina aún se encuentra entre los países importadores netos de Maquinaria Agrícola. Los principales exportadores netos a nivel mundial son Japón, Alemania, Italia y USA.

En un análisis segmentado, se encuentran rubros particulares en los que se ha registrado superávit en los últimos años, como Sembradoras, Máquinas para industria lechera, Remolques autodescargables y otros, y Secadoras de granos. Entre los que presentan déficit sostenidos, se encuentran los rubros de Cosechadoras, Tractores, Pulverizadoras e Irrigadoras y Prensas para paja o forraje.

Los principales destinos de las exportaciones argentinas son Venezuela, Uruguay y Brasil. El primero fue un importante impulsor de las ventas externas de Maquinaria Agrícola a partir de 2006, cuando se convirtió en receptor del 30% de las exportaciones argentinas del sector. Los principales proveedores de importaciones son Estados Unidos y Brasil. El país vecino es un importante actor global en estos productos, especialmente en el plano regional, ya que posee un saldo comercial positivo equivalente a tres veces las exportaciones de Argentina.

Bajo ciertas condiciones, se considera que la producción de Maquinaria Agrícola argentina podría llegar a generar ingresos por US$ 1.780 millones en el año 2020, implicando un aumento nominal en 10 años de US$ 750 millones. En este escenario posible, las exportaciones anuales deberían crecer en US$ 340 millones, alcanzando un nivel de US$ 590 millones para el año 2020, generando un importante ingreso de divisas. Existe la posibilidad de incrementar fuertemente la participación de la maquinaria nacional en las ventas al mercado interno. De esta forma, el empleo del sector podría incrementarse a un ritmo promedio de 3,2% anual, implicando la creación de aproximadamente 17.300 puestos nuevos de trabajo.

El 85% de las operaciones de exportación realizadas por Argentina en el 2010 correspondieron a montos inferiores a U$S50.000 cada una, siendo muy minoritaria el número de operaciones correspondientes a montos más elevados. Si se considera el valor exportado en operaciones de valor individual mayor a U$S500.000 y se compara con Brasil, se aprecia que en dicho país el valor exportado en esas operaciones -con gran importancia de los rubros Tractores y Cosechadoras- equivale a 24 veces el valor correspondiente a Argentina, lo que sugiere un importante desafío de escala para la industria nacional. Para poder alcanzar una escala mayor de operaciones se necesita un entorno institucional y macroeconómico estable, entre otros requisitos.

Los principales instrumentos existentes para compensar a los fabricantes de maquinaria agrícola (generales a todos los exportadores y específicos para el sector de bienes de capital), en general tienen efectos perjudiciales debido a las demoras y a la alta burocratización de los trámites. Los reintegros de exportación no alcanzan a cubrir los impuestos que deberían compensar en la actualidad. Además, tal como sucede con el IVA de exportación, existen importantes demoras para percibir estos fondos. El IVA diferencial para bienes de capital genera el problema de los saldos técnicos, cuya devolución también presenta importantes demoras y provoca el crecimiento del problema del "saldo del saldo". El Bono Fiscal para fabricantes de bienes de capital adolece de fallas en su aplicación y no compensa plenamente la reducción de aranceles a los bienes de capital importados que fuera aplicada en el 2001.

La presión tributaria en las empresas industriales exportadoras se encuentra por encima de la que enfrentan las empresas en Brasil. En el caso de Argentina, el problema central para estas empresas lo constituyen los impuestos acumulativos que no se recuperan, dado que no existen mecanismos apropiados de débito y crédito, como el impuesto al cheque, ingresos brutos e impuestos municipales, entre otros. Por este aspecto, las empresas argentinas de manufacturas industriales se encuentran en desventaja frente las competidoras de otros países -cuando estas no enfrentan problemas similares dado el sistema impositivo de origen-.

Se proponen diferentes líneas de reforma con las siguientes premisas: i) Mantener beneficios para la inversión en bienes de capital; ii) Utilizar instrumentos que ayuden a blanquear la economía; iii) Privilegiar la competitividad de la producción nacional.

Las propuestas en particular son: i) Respecto de la alícuota reducida de IVA se propone sustituir el mecanismo actual por uno basado en beneficios tributarios para los compradores de maquinaria: generalización de la depreciación acelerada y/o deducción de gastos en bienes de capital; ii) Respecto del Bono Fiscal a fabricantes de bienes de capital se propone retornar a la protección arancelaria, y otorgar beneficios al comprador de bienes de capital similares a los señalados anteriormente; iii) Respecto de los saldos de IVA de exportación y de los reintegros se propone evitar el costo de la inmovilización de fondos que se provoca por diferentes vías, a saber: reducir sustancialmente las demoras, generalizar la posibilidad de aplicar saldos a la cancelación de obligaciones con el Estado -impuestos, contribuciones, etc.-, y establecer una compensación a tasa de interés de mercado por la inmovilización de capital, como ocurre en otros ámbitos.

Argentina ha tenido niveles de financiamiento al sector privado relativamente bajos en los últimos diez años, comparado con otros países de la región. Brasil con el desarrollo de líneas de crédito subsidiadas a través del BNDES ha abaratado las compras de maquinaria brasilera, incluso para compradores de otros países, dando competitividad a su producción por esa vía. En Argentina, el Banco Nación lanzó una línea de crédito similar pero con condiciones no tan beneficiosas como en Brasil. Se propone la creación de un fondo para el desarrollo de líneas de financiamiento, a partir de una porción de los derechos de exportación.

El proceso inflacionario existente en Argentina puede ocasionar que se pierdan mercados por quedar desfasados los costos de producción medidos en moneda internacional. Respecto a Brasil, en términos de costos salariales el sector perdió competitividad en magnitudes menos significativas debido a la apreciación de la moneda brasilera. El riesgo que se enfrenta es que una reversión de esta tendencia podría dejar a Argentina en una posición desfavorable, con una dinámica salarial que imposibilita la competitividad a mediano y largo plazos. Un costo laboral adicional, poco visible, es el incremento que se ha producido en los últimos años en materia de juicios laborales. Las provincias mas afectadas son Santa Fe y Córdoba.

Existen desarrollos recientes cuyos efectos sobre la actividad del sector deben analizarse a corto y mediano plazos: la inversión de FIAT destinada a producir maquinaria agrícola y el incremento de las trabas a las importaciones.

La inversión prevista por FIAT por U$S100 millones, cuando alcance los niveles de capacidad previstos, permitirá producir 2,5 veces la producción actual de tractores y 4,9 veces la de cosechadoras. Favorecerá a los proveedores locales ya que en 12 meses se estima que habrá nacionalizado la totalidad de los componentes, a la vez que generará alrededor de 600 puestos de trabajo directos, modificando el escenario nacional de Maquinaria Agrícola. La inversión mencionada puede enmarcarse con otras destinadas a la producción automotriz, y tienen relación con la posibilidad de financiamiento a tasa fija que ofrece el gobierno nacional, que apunta a reducir el déficit comercial en manufacturas industriales.

La intensificación de las Licencias No Automáticas de importación iniciada a comienzos de 2011 alcanza a Pulverizadoras autopropulsadas, Cosechadoras y Tractores, como también a diversos insumos que utiliza el sector. El efecto que genera este instrumento, es la posibilidad de mayores precios internos, dado que la competencia se ve limitada, con la implicancia de una necesidad constante de negociación bilateral (caso de Brasil) y la posibilidad de que se vean afectadas industrias que requieren insumos importados para los cuales no hay sustitutos nacionales, o por el hecho que las trabas afectan a rubros de maquinaria de producción, como tornos, máquinas plegadoras de chapa y otras. Esta medida puede resultar contradictoria respecto de la inserción internacional si no se remueven los obstáculos analizados y especialmente si se extiende en el tiempo, complicando el comercio con los principales socios.

Dada la gran importancia económica de la Maquinaria Agrícola en las provincias de Córdoba y Santa Fe, y al gran potencial de expansión de la producción, resultan necesarias acciones para favorecer la mayor competitividad del sector. Desarrollar mejores condiciones sistemáticas en los aspectos donde las empresas encuentran dificultades es un requisito para potenciar la cultura exportadora. La capacidad del sector en la creación de puestos de trabajo en localidades pequeñas y medianas de estas provincias lo convierte en un elemento importante en un plan basado en la producción competitiva y el federalismo, que ayude además a desconcentrar la población de los principales centros urbanos del país.

 


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