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Emprendedores, una tasa de actividad con índices deficitarios (11/01/2016)
Emprendedores, una tasa de actividad con índices deficitarios

Un estudio del Ieral muestra que los indicadores del emprendedorismo son los menores en Latinoamérica. Los proyectos nacen más por necesidad que por buscar una oportunidad de mejorar ingresos.

La actividad emprendedora en Argentina, sea por negocios nacientes o nuevos, tiene niveles inferiores al promedio de Latinoamérica. La mayor parte de los proyectos son más por necesidad que por una oportunidad de mejorar ingresos.

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio del Ieral, realizado por los economistas Marcos Cohen Arazi y Ana Alonso, en base a datos hasta 2014: la tasa local de negocios nacientes –el porcentaje de emprendedores que no pagaron salarios por más de tres meses– es superior a la tasa de nuevos negocios, la porción de emprendedores que abonó sueldos por entre tres meses y tres años y medio.

Combinando ambos indicadores se elabora la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA), que se define como el porcentaje de personas de 18 a 64 años que son emprendedores nacientes o que son propietarios-gerentes de un negocio nuevo.

Al compararse a nivel mundial, según el listado elaborado por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Argentina está en el conjunto de 20 países referentes. Pero si el listado se reduce a Latinoamérica, el país está en el puesto noveno por debajo de Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, México, Colombia, Brasil y Uruguay.

Otro dato clave es el Índice de Oportunidades Percibidas, que computa el porcentaje no emprendedor que ve oportunidades de iniciar un negocio.

En Argentina, este índice no es elevado comparado con otros países. El indicador de oportunidades cayó desde 2011 y el valor de 2014 (32 por ciento) fue el mínimo en 12 años, por debajo del promedio de Latinoamérica (49 por ciento).

La percepción de oportunidades llegó a niveles muy bajos durante la recesión de 2001 y 2002 (20 al 21 por ciento) y dio un salto importante entre 2003 y 2011, oscilando entre años de crecimiento y recesión.

“La evolución decreciente de la percepción de oportunidades entre 2011 y 2014 refleja el estancamiento económico general y la recesión que afectó a muchos sectores de la economía, desanimando a una parte de los emprendedores. No obstante, en general Argentina se ha caracterizado por generar un entorno en el cual se percibían oportunidades en el pasado, al margen de la coyuntura actual, lo cual posibilita el optimismo a futuro”, afirman los economistas del Ieral.

Por qué emprender

También se analiza si los individuos emprenden por necesidad o por detectar alguna oportunidad de mejora en sus ingresos. En las economías dinámicas, guiadas por la innovación y el valor agregado, predominan los emprendedores guiados por las oportunidades de mejora, mientras que en los países de menor desarrollo son mayores los emprendimientos generados por la necesidad.

En Latinoamérica, Perú es uno de los países con mayor índice motivacional, con 3,6 puntos. En Argentina, es casi la mitad del valor regional, 1,6 puntos, y es uno de los menores de esta zona, pese a que en años recientes el indicador ha mejorado levemente.

El estudio destaca también que entre los factores que inciden en estos resultados negativos están los obstáculos burocráticos y legales para abrir una empresa. Según el ranking Doing Business del Banco Mundial, Argentina está en el puesto 146 de un total de 186 países; en el país se necesitan 16 días más que en el promedio de Latinoamérica para cumplir con los trámites previsto para iniciar un nuevo negocio.

Fuente:La Voz