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“El empresario que se quede inmóvil tendrá un resultado asegurado: el fracaso” (15/05/2014)
“El empresario que se quede inmóvil tendrá un resultado asegurado: el fracaso”

Consultor y profesor en la Universidad de Buenos Aires, recomienda al empresariado pyme pensar estratégicamente y profesionalizar la firma para dar batalla a los embates coyunturales. Cómo impactará la suba del dólar y por qué augura nuevos buenos tiempos para 2016.

Economista, consultor y profesor en la Universidad de Buenos Aires, Matías Tombolini compartió su visión acerca de cómo la coyuntura impacta sobre las pymes locales. 

z ¿Qué temas, además de costos, deberían considerar las pymes al proyectar el segundo semestre? 
La posible modificación en aportes patronales para nuevos empleados es un factor. Aunque, hoy, no son muchas las firmas que toman personal, regularizar la situación de empleados es un beneficio. Otro tema es el aspecto comercial: la venta se hace dura y la cobranza más. Es hora de reforzar las estrategias comerciales. Lo que, hasta hace un tiempo, se despachaba, hoy requiere de planificación estratégica. Los empresarios pyme deben perfeccionar su gerenciamiento, incorporar recursos profesionales, planificar, repensar sus estructuras de costos e imaginar a dónde ven sus firmas en el mediano plazo. Así, podrán comenzar a actuar hoy. Quién se quede inmóvil tendrá un resultado asegurado: el fracaso.

z Para una pyme, frente a la inflación, ¿es tiempo de endeudarse? 
Si el costo de endeudarse es inferior al crecimiento que genera la palanca financiera, la deuda tiene sentido; si no, no conviene. Sirve acopiar mercadería, que rinde más que una colocación financiera tradicional. Y es tiempo de revisar el asesoramiento profesional recibido. No hay que regalar un peso de impuestos mal liquidados o temas legales mal encaradas. Profesional que no suma, un paso al costado.

z Ha dicho que, en un contexto inflacionario, los salarios deberían pagarse cada 15 días. ¿Cómo repercutiría en la pyme?
Si es implementado de modo racional, no debería ser un inconveniente; habría que tomarlo como un adelanto, sin necesidad de efectuar liquidaciones complejas ni aportes, las cuales habría que seguir practicando regularmente en el período que se efectúa hoy. Si fuera una constante para todos, dinamizaría la demanda, ya que los gastos más elevados se dejan de lado por la falta de crédito y la distancia temporal que se dan entre una y otra liquidación de haberes para el asalariado. Es para analizar.

z ¿Cómo podría potenciarse la marca país para que las pymes mejoren su desempeño?
Es un desafío, que tiene que ver con una estrategia multifocal, dado que debe atacar varios frentes, a saber: cambiario, del servicio exterior y del desarrollo público- privado. Es decir, sin un tipo de cambio acorde, a menos que por arte de magia transformemos la función de producción de nuestra economía, será difícil competir en el mundo. En cuanto al servicio exterior, se hace imperioso contar con una política más agresiva y coordinada para la apertura de nuevos mercados, lo cual no es sencillo, si estamos peleados con todo el mundo y le complicamos el ingreso de mercadería a quienes les queremos vender. Finalmente, en cuanto al desarrollo, la idea de conquistar mercados mucho más grandes que el nuestro, sin la colaboración tecnológica y financiera del estado, se terminan por frustrar los planes de las pymes, ya que, cuando avanzan en un nuevo mercado, se enfrentan a pedidos de una envergadura tal que los deja expuestos financieramente al tiempo que ni siempre cuentan con la tecnología de producción o de la información necesarias para cumplir, más allá de un par de pedidos, sino para establecer una relación duradera entre proveedor y cliente.

z ¿El dólar seguirá marcando la agenda pyme? ¿En cuánto estima que cerrará a fin de año?
El dólar pierde el terreno que ganó en enero frente a los precios y el Gobierno deberá decidir cómo lo corrige. Creo que hay pujas dentro del Gobierno para tratar de volver a usar al dólar como ancla inflacionaria mientras que otro sector está a favor de que el dólar se mueva en línea con los precios. Si triunfa la primera postura, cerrará 2014 cerca de $ 9, mientras que si se impone la segunda visión, es probable que se ubique entre $ 10 y $ 10,40. Todo ello, claro está, si no sufrimos ninguna noticia determinante del exterior, ya que, en ese caso, habría que responder a esta pregunta nuevamente.

z ¿Es optimista a mediano plazo?
La Argentina que vemos hoy es muy diferente de lo que veremos en dos o tres años. Estoy convencido de que una vez que se disipe el riesgo de default técnico, que implica la situación vigente con los fondos buitre, y cuando se avance en la solución con el Club de París, el país retornará a los mercados de crédito y volverá a ser un importante polo de atracción de inversión extranjera. Eso, además, se va a potenciar porque el valor de los activos argentinos hoy es muy inferior al de activos similares en el resto de la región. Todo ello, sumado al sesgo pro mercado que están demostrando los principales candidatos a la sucesión presidencial y que, además, muestra el propio Gobierno en el giro de su política económica de los últimos meses. Con todo esto, es muy probable que veamos una economía robusta hacia 2016 o 2017, con un lustro de crecimiento por delante, de no mediar situaciones internacionales que compliquen el panorama.

Fuente: El Cronista