En toda relación suele haber, al menos, dos partes. Ya sean marido y mujer, o proveedor y acreedor, en el escenario pyme también existen dos actores que suelen relacionarse: las empresas y los bancos.
Al respecto se refirió Hernán Alegre, director de Banca Empresas y Comercios de Citibank, durante el panel moderado por José Del Río, director de Apertura y director Periodístico Adjunto de El Cronista.
“Cualquier relación comercial tiene dos partes. Si es clara, puede ser duradera", aseguró Alegre, quien recordó que cada banco se especializa en un área determinada, ya sea la intermediación financiera, los servicios transaccionales o el asesoramiento. “Hay que buscar el banco de acuerdo a las necesidades presentes y futuras”, sostuvo.
¿Podría haber una relación distinta entre el banco y la pyme, que vaya más allá de la comúnmente entablada? “Me gusta pensarla como una relación estratégica, que tiene que ver con estar abierto. Cualquier sociedad estratégica debería tener sobre la mesa el compromiso mutuo", respondió el ejecutivo y aclaró: “En general, un banco no busca convertirse en un socio de su empresa”.
En ese sentido diferenció, a su vez, a los proveedores, con quienes las pymes tienen una relación que suele terminar en la simple transacción comercial. “Dicha relación no va más allá de una orden de compra que puede o no volverse recurrente”, destacó el directivo. Volviendo al banco, aconsejó generar una relación distinta al menos con uno de los bancos con lo que opera la empresa, donde el oficial de cuentas es un jugador fundamental. Y, además, exigió: “Obliguen a su director a que visite a su representante en el banco para ver sus planes".
Banco-pyme, en busca de una colaboración duradera
La forma de lograr un aceitado vínculo entre la empresa y su banco no es, a priori, producto de una receta mágica. Tampoco es una ciencia ni hay un método incuestionable. Sin embargo, existen una serie de tips que, de seguirse, podrían lograr un intercambio bien logrado de intereses (ver recuadro). Entre ellos, Alegre recomendó documentar cada acción contable. “Por más que tengamos mil cosas para hacer en las empresas, es importante que cada resultado se baje a una hoja, y, así, el intercambio puede ser absoluto con el socio y ayudar a saber si las cosas salen bien o mal”, resumió el directivo.
Fuente: Joaquín Garau, El Cronista Comercial.
