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‘Las acciones de RSE dependen principalmente de la vocación para llevarlas a cabo’ (25/03/2014)
 ‘Las acciones de RSE dependen principalmente de la vocación para llevarlas a cabo’

A continuación se presenta la entrevista realizada a Gustavo Gómez para conocer su experiencia y su visión, como Gerente de Blangino, en el desarrollo de las políticas de la empresa en materia de Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Blangino es una empresa radicada en Monte Cristo dedicada a la producción de mosaicos graníticos, para interior y exterior, y losetas de todo tipo, con un alto grado de innovación en sus productos. Con más de 47 años de experiencia, con un importante liderazgo en el mercado de mosaicos y con un staff de cerca de 350 operarios.

Juan Bautista Norberto Blangino fundó en el año 1966 la fábrica de mosaicos instalada en su propia casa. Para conocer un poco más de la historia de Blangino puede leer la siguiente nota del Diario La Voz.  Nota a Juan Blangino

El contenido de la entrevista fue editado por el equipo de IERALPyME.

Marcos Cohen Arazi (MCA): ¿Cómo son las actividades de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) que realizan desde  Blangino? ¿Cuál ha sido su motivación y los resultados de dichas políticas?

Gustavo Gómez (GG): las actividades surgen de la propia personalidad de Juan Blangino, fundador de la firma, que siempre se caracterizó por ayudar a la gente que trabaja con él y la gente de la localidad donde está ubicada la fábrica también. Siempre tuvo esa propensión a ayudar a la gente. El proceso de RSE se fue formalizando aquí en la empresa hace alrededor de cinco años, cuando formamos un centro de capacitación industrial, contiguo a la fábrica. Básicamente en él desarrollamos actividades para capacitar a la gente en oficios. Hace unos años a raíz del cierre de los colegios técnicos, nos habíamos quedado sin posibilidades de contar con mano de obra especializada para algunos trabajos.

MCA: Entonces, ¿era una necesidad tanto para la empresa como para el pueblo?

GG: Exactamente. A raíz del cierre de varias fábricas del sector y la falta de insumos y de proveedores desarrollados, tuvimos que hacer integraciones verticales del proceso productivo con mucha frecuencia. Por lo cual, desarrollamos un centro de tornería interno, uno de repuestos, otro donde hacemos insumos como materiales abrasivos, cuando todo esto antiguamente se compraba a terceros. Requeríamos muchos torneros, soldadores, mecánicos y no había mano de obra especializada en ese sentido. Por lo cual a la gente antes de entrar a trabajar la teníamos que capacitar internamente. Entonces, teniendo un espacio contiguo a la fábrica, se definió la idea de armar un centro de capacitación, tanto para las personas que ya trabajaban en la fábrica como a desocupados. Así se empezó a formalizar este proyecto de RSE. En caso de surgir vacantes en la empresa, iban a tener mayor chance de ingresar quienes se hubieran capacitado. Ese año arrancamos con un curso de mecánica, hidráulica, soldadura, también hicimos cursos de computación, comercio exterior, marketing, comunicación, liderazgo y trabajo en equipo. Luego de varios años de desarrollo de esta actividad vimos que en muchos casos la población ya capacitada necesitaba ayuda para potenciar sus emprendimientos por cuenta propia, en el caso que no encontrara otras oportunidades de empleo.

MCA: ¿Tenían alguna experiencia en materia de apoyo al ecosistema emprendedor?

GG: La empresa tiene participación en la Fundación E+E que apadrina y capacita emprendedores. Hace varios años que trabajamos con ellos y ya estamos muy inmersos en ese proceso de apadrinamiento. Blangino es un emprendedor nato que en algún momento recibió ayuda de gente que ayudó en diferentes situaciones. Entonces en cierto modo busca devolver esa ayuda a la comunidad, ya que la mayoría de los empleados somos de Monte Cristo.

MCA: ¿Se establece una relación estrecha entre una empresa tan grande y la población de la zona?

GG: Sí, la empresa participa mucho en las actividades de la región. Además de la ayuda a través de la capacitación, hay una ayuda permanente a las instituciones de bien público. Acá sigue existiendo el bar del pueblo, y allí va Juan va todas las tardes a tomar un café y van personas que lo ven y le piden, y él busca la manera de ayudarlos. Primero por la propensión a colaborar con la comunidad, segundo por la participación activa en la Fundación E+E que apadrina emprendedores, con los que nos hemos ampliamente identificado. Es lo que nos llevó a decidirnos ir un poco más allá y desarrollar un plan para potenciar a los emprendedores y comerciantes. Principalmente entendiendo que en la medida en que nosotros potenciemos a los emprendedores, los profesionalicemos, creemos nuevas empresas y estimulemos a las que hay, vamos a lograr más fuentes de trabajo y más oportunidades para que la gente que está acá no se tenga que ir a otro lado en busca de nuevas oportunidades.

MCA: ¿En qué consiste esta última etapa de desarrollo de su proyecto de RSE?

GG: Armamos una capacitación en plan de negocios, para comerciantes y emprendedores, llamada “Quiero Sumar”. Al lanzarlo, se anotaron 250 personas, lo terminaron haciendo un poco menos de 200 y lo terminaron 160. Para los diez mil habitantes que tiene Monte Cristo, estuvimos muy satisfechos por la convocatoria. La capacitación duró cuatro meses y terminó a fines de 2013. Hicimos una exposición donde los emprendedores montaban un stand, exponían y exhibían sus productos. Había emprendedores que hacían aberturas de aluminio; comerciantes de diferentes categorías: panaderías, fábricas de pastas, etc.   

MCA: Con respecto a la génesis de ese proyecto, ¿ustedes tenían alguna intuición o hicieron algún estudio sobre qué era lo que más demandaba la población?

GG: Nosotros veíamos una necesidad constante respecto a herramientas de gestión. Las personas que participaron generalmente saben un oficio, heredaron un oficio o tienen la idea de cómo hacer algo, pero le faltan en la mayoría de los casos herramientas de gestión principalmente. Eso se nota con las preguntas que se hacían durante los cursos de oficios y por convivir con ellos también. Por ejemplo, quizás un pequeño taller hacía un producto excelente en términos de calidad, pero no cumplía con las entregas, no tenía buena comunicación, tampoco buena atención y a veces fallaban por mal manejo financiero. Todo eso se percibe en el día a día.

MCA: ¿Cómo ven la respuesta de la comunidad y de los participantes en particular ante estas iniciativas de la empresa?

GG: La verdad que la gente se mostró muy colaborativa. Si bien notamos que había una necesidad, no sabíamos que era tanta. Pensamos armar un curso de plan de negocio para veinte personas, nunca nos imaginamos que iban a ser doscientas. Eso nos llena de orgullo. De hecho tuvimos una experiencia con la gente de Jesús María que nos pidieron que fuéramos a exponer el modelo, para buscar replicarlo de alguna manera.

MCA: Para la empresa, ¿esto representa un costo importante o es simplemente destinar una pequeña porción de recursos?

GG: En realidad, obviamente dedicamos parte de la estructura de la empresa a realizar esto, por ende la principal fuente de recursos es la propia empresa. Sin embargo hay diferentes programas del gobierno provincial y nacional que pueden servir de complementos, como el Plan Primer Paso para primeros empleos o el Crédito Fiscal para capacitación, respectivamente. De todos modos, la realización de las actividades en la empresa no queda supeditada a los apoyos que puedan conseguirse.

MCA: ¿Cómo pueden darse las políticas de RSE en otras empresas? ¿Cómo se lo puede estimular?

GG: Considero que existe una especie de ‘gen’ o una ‘propensión a ayudar’ que tiene la empresa o el empresario, para colaborar. Sin duda que siempre se necesitan recursos, pero de todas maneras si uno se pone el objetivo hay muchas herramientas y formas de hacerlo. Nosotros también pedimos colaboración a los municipios, porque es algo que entendemos que les debe importar a quiénes están a cargo en el gobierno de cada comunidad también. Hemos recibido ayuda de la municipalidad de Montecristo y de Río Primero. De esa manera uno tiene una ayuda económica. Pero insisto, el tema económico no es lo que termina preponderando cuando se decide a hacer este tipo de acciones, es más una cuestión de propensión o de vocación para hacerlas.

MCA: Muchas veces se dice que las empresas hacen esto para tener una mejor imagen o para vender más, ¿es así?

GG: En este caso no, el compromiso con la comunidad ha sido una constante en la historia de Blangino. Por ejemplo en relación con los empleados, por la cantidad de dependientes que tiene la empresa debería tener varios delegados internamente. Pero internamente no hay delegados, nunca los hubo. Esto es así porque generalmente se busca mantener buenos salarios (por encima de los convenios y paritarias afines). Y además existe mucha contención hacia los empleados, por citar un ejemplo, cuando se les proporciona asesoramiento legal cuando lo necesitan por temas personales, o cuando se les brindan oportunidades de capacitación. Esto es algo que caracteriza a la empresa y su fundador desde hace tiempo, algo que hace que exista un fuerte compromiso de los empleados y también de la comunidad. Entonces, ocurre que la sigla RSE hace veinte años no existía y Blangino era entonces como es ahora.

 

MCA: Gustavo agradecemos su tiempo y predisposición.